Si. Al hacerlo cometemos una falacia conocida como "Argumentum ad misericordiam". Buscar la piedad, la consideración y la empatía del interlocutor para validar nuestra conclusión, deslegitima el contenido de nuestros argumentos.
Ejemplo: Oficial si usted me hace ese parte, estoy casi seguro que costará más de
$500.000. Y si tengo que pagar ese monto, no podré operar a mi mujer. Y ella está
enferma hace mucho tiempo y necesita desesperadamente esa operación.