Cuando usamos la fuerza o la amenaza de hacer uso de ella en un argumento se comete la falacia conocida como "Argumentum ad baculum". Realmente no estamos presentando argumentos, sino amenazando o apelando al miedo para que acepte la validez de alguna conclusión.
Un ejemplo, puede verse en este comercial para seguros contra accidentes de tránsito en el que se muestran las posibles consecuencias de sufrir un accidente sin estar asegurado: