Captura: columna de opinión de José Fernando Isaza
Un distinguido lobista entra al Congreso con grandes maletas llenas de dinero. Se está tramitando la usual reforma tributaria. Se acerca a cada uno de los congresistas y le ofrece un suculento fajo de billetes o un generoso cheque, aclarando, esto es para su próxima campaña o para alguna organización sin ánimo de lucro que usted apoye.