PÁJAROS DE VERANO, LA COLONIZACIÓN DEL NARCOTRÁFICO
Reseña por Diana Catalina Ruiz Ortiz
En 2018 se estrenó pájaros de verano dirigida por Cristina Gallego y el acusado por acoso sexual Ciro Guerra, ellos retrataron y explicaron cómo el capitalismo se adentra en la comunidad wayuu, la película “es una tragedia clásica, que hace reflexión sobre la fractura de la identidad colombiana provocada por EE.UU., un valioso relato sobre la irrupción salvaje del capitalismo en una sociedad de tradiciones milenarias, el retrato de una familia “que metafóricamente es como una nación” y el descubrimiento de la cultura wayuu, un mundo matrilineal, de sueños, muertos y espíritus” (BEGOÑA PIÑA, 2019)
En la película se muestra como la llega del capitalismo e invasión de la modernidad occidental se adentra a zonas rurales y tradicionalistas convierten los cultivos de café en cultivos de marihuana y cocaína, cómo la codicia se va adentrando en la región y se empiezan a inculcar valores de competitividad, audacia y la idea de acumular capital para ser “alguien”, como el dinero tiene el imaginario de hacer mejor a las personas y de poder en la comunidad.
Pájaros de verano explica que el narcotráfico está en un sistema en el que se le permite ser y por esto tuvo tanto éxito, ser narco es ser lo más capitalista posible, Pablo Escobar, Griselda Blanco, Fabio Ochoa Vásquez y muchos otros narcos fueron la combinación del abandono estatal, la violencia del momento e ideales capitalista y patriarcales de la época, nacieron en cunas tradicionales pero el capitalismo se se fue adentrando en ellos y se fueron convirtieron en los capos más temidos.