La corrupción, el otro virus que nos acecha
Un llamado a los funcionarios públicos a actuar con rectitud no solo en esta coyuntura de la pandemia sino en todos sus procesos, es el tema que abarca en su más reciente artículo el contador público tadeísta Adolfo Duque, quien señala algunas conductas irregulares que se cometen en las contrataciones públicas, a través de sobrecostos amañados y acomodados en beneficio de una “clase política local”.
“Nuestros líderes políticos a nivel territorial (llámese nacional, departamental, municipal, etc.) deben ser muy ecuánimes y neutrales, (nada de nepotismo, ni clientelismo, ni pago de favores políticos) con gran responsabilidad, honorabilidad e idoneidad para nombrar todos y cada uno de los personajes que tendrán a cargo una dependencia, una mesa directiva y/o cualquier cargo público que le haya dado por crear a nuestros padres de la patria y así no correr el riesgo de que no solo la pandemia nos contamine con su virus, sino como en la actualidad, nos posea el virus de la corrupción, de casi todos los actos administrativos que se desarrollan, en nuestro caso, a nivel municipal”, indica el tadeísta.
Recuerda que, en el ámbito de atacar la corrupción, no basta solo con destituir al funcionario sino que también toda la institucionalidad lo castigue ejemplarmente. De ahí el gran compromiso que tienen los contadores en ejercer una adecuada auditoría y revisoría fiscal. Recuerda también la gran importancia que tiene el rol del contador como asesor en temas de normatividad.