Investigación tadeísta sobre contrabando de cigarrillos fue citada por El Espectador
Tras la decisión dada a conocer la semana pasada acerca de la cancelación de la línea de fabricación de cigarrillos en Medellín y Barranquilla por parte de Philip Morris International, son varias las posiciones que han asumido los gremios de campesinos productores de tabaco y de los trabajadores de la industria tabacalera, quienes afirman que este hecho afectará directamente a más de 400 empleadas de las plantas que se cerrarán, así como a 2300 campesinos que trabajan estos cultivos bajo la modalidad de agricultura por contrato, según lo destaca un reportaje publicado por El Espectador y replicado por el portal web de América Economía.
Pese a que estos grupos aducen que el incremento de los impuestos sumado al contrabando son los mayores desencadenantes de estos cierres, desde la academia, un estudio desarrollado por Utadeo,la Fundación Anáas y el Cindes advierte que el consumo total de cigarrillos ilegales solo aumentó un 6,4% en 2017 y no un 18% como lo indica la industria, ni mucho menos el 25% de penetración de cigarrillos de contrabando en el mercado, tal como lo argumenta el más reciente estudio de Invamer sobre este tema.
“Hoy, las campañas contra el consumo de cigarrillos promovidas por la OMS mediante figuras como el Convenio Marco para el Control de Tabaco son las que motivan la carga fiscal. Tanto en Colombia como a escala internacional esta lucha ha influenciado no solo el comercio, sino también la producción y el consumo”, indica el medio.