Servicios públicos en tiempos de Coronavirus: Entre la no suspensión y el aumento de los subsidios
En medio de la pandemia del Coronavirus (Covid-19) que azota al Mundo y que en nuestro país ya deja una cifra de contagiados que asciende a 306, así como tres muertes, el Gobierno nacional ha adoptado una serie de medidas económicas que incluyen entre otras, la posibilidad de exonerar del pago de servicios públicos durante un mes a las familias más vulnerables. En su artículo de opinión en la página oficial del Centro de Estudios Regulatorios, Julián López Murcia, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo y exsuperintendente delegado para Acueducto, Alcantarillado y Aseo, da su visión sobre esta particular medida que es apoyada por alcaldes y gobernadores, entre ellos Claudia López.
En ese sentido, López advierte que, si bien el régimen actual de servicios públicos faculta a las compañías a suspender el servicio cuando no hay pago durante cierto tiempo, lo cierto es que, en estas condiciones de salubridad pública, eso sería contrario al mandato constitucional del derecho al agua, del cual se exige su “insuspendibilidad” y “accesibilidad económica”.
“En este contexto, creo que el mejor camino para cumplir el objetivo de la Alcaldesa no sería la gratuidad en los servicios públicos para todos los usuarios. La gratuidad puede tener efectos negativos sobre el consumo (aumento generalizado) y sobre la sostenibilidad financiera de la prestación de los servicios públicos”, agrega López.
De este modo, el decano propone que la medida debería estar prientada a no suspender los servicios públicos domiciliarios a ningún habitante del país y aumentar los subsidios para las personas con menores ingresos, lo cual ayudaría a enfocar los recursos en quienes más lo necesitan.
En tal virtud, sugiere que es necesario cambiar el “techo” legal de esos subsidios, con cargo a los presupuestos de la Nación y de las autoridades municipales, proyectando en un 100% para los estratos 1 y 2, y con un porcentaje menor para el estrato 3: “También deberíamos revisar qué se entiende por “consumo básico”, en la medida en que en las actuales circunstancias ese consumo es sustancialmente mayor (entre otras razones, porque las personas están todo el tiempo en su domicilio y las medidas de higiene aumentaron)”.
Finalmente, advierte que el único que puede ordenar las medidas de insuspendibilidad y aumento de los subsidios es el presidente de la República, al tiempo que el Gobierno nacional sería su principal financiador.