“Yo creo que todos tenemos algo de poetas”: Alberto Peraza
Si yo fuera viento, mis alas pondría encima del cielo
Si yo fuera tierra, el alma tendría de semillas llena
Si yo fuera fuego, cenizas haría de todos mis miedos
Y si fuera agua, si yo fuera agua, me desbordaría todas las mañanas.
Este fue el poema, Como tierra mojada, que el maestro Alberto Peraza compartió al público tadeísta, en compañía de la poeta cubana Luidys Carmona, el pasado 29 de abril, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2019.
Los dos poetas cubanos, quienes convergen en la literatura infantil y juvenil, compartieron con los estudiantes del programa de Estudios Literarios y Edición, así como con el público general, sus reflexiones sobre la poesía, tanto para adultos como para niños, pues muchas veces las palabras interpelan a ese niño que todos llevamos dentro.
La mayor parte del conversatorio estuvo enfocado en el “hacer” poesía y en el oficio de escribir. La poeta Luidys Carmona leyó parte de su texto Peligros del silencio, en el cual expresa: “las palabras suelen salir del contexto del lenguaje para refugiarse profundamente en el interior de los cuerpos, son llamadas a la meditación, a internarse en el yo ambulante, ese que no se conoce a sí mismo pero se busca constantemente”.
A partir de este texto, la maestra definió a la poesía como una “necesidad de liberar el alma e imponer los sentimientos”, sabiendo que el significado de las palabras se transforma según la interpretación de los lectores, llegando así a una relación en donde el poema no es “el que escribió el autor sino el que está leyendo el lector”.
En esta misma línea, Alberto Peraza señaló que “todos nosotros tenemos algo de poetas. A veces miramos a un amigo, una amiga y decimos: tu cara es un poema. Si estás triste, eso se nota en tu cara y eso puede ser un poema, lo que hay es que saber leerlo”.
Según el poeta, cuando se escribe un poema “uno sabe que está diciendo lo que otras personas quieren decir pero no encuentran la forma, y creo que eso es lo que nos corresponde a nosotros”.
El conversatorio cerró con la reflexión de cultivar el camino de la poesía, a través de la lectura y la práctica, pero siempre con la apertura de cuestionarse a sí mismo y de interpelar a los lectores a través de sus propias interpretaciones e individualidades.
Por: María Alejandra Navarrete
Fotografía: Alejandra Zapata
Oficina de Comunicación Utadeo