Nativas Foráneas: un verdadero encuentro entre la ciencia y el arte

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Nativas Foráneas: un verdadero encuentro entre la ciencia y el arte

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Nativas Foráneas: un verdadero encuentro entre la ciencia y el arte
Miércoles, Abril 20, 2016
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Tras cumplirse el primer año de su exhibición en Utadeo, la artista plástica Eulalia de Valdenebro habla sobre el sentido de Nativas Foráneas y hace una invitación para la contemplación de esta.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

Un verdadero encuentro entre la ciencia y el arte, donde se percibe la armonía entre la selva de asfalto y la naturaleza, es lo que se vive en el bici parqueadero contiguo a la Casa Tollota del programa de Artes Plásticas de Utadeo, gracias a Nativas Foráneas, una escultura viva que, desde mayo de 2.015, da cuenta de la paradoja de “nadie es profeta en su propia tierra”, dado que las plantas que allí habitan siendo originarias del bosque andino, siendo propias de esta altitud, hoy se encuentran prácticamente excluidas de la vegetación bogotana. Así pues, este proyecto escultórico es el retorno de doce especies de enredaderas y nueve arbustos, cuya promotora es la artista y profesora de la Universidad Nacional, Eulalia de Valdenebro.

Según lo manifiesta la artista, el proyecto nació en el año 2.009 como parte de su investigación de maestría en la Universidad Nacional, donde abordó la relación entre el ser vegetal y el ser humano: “A partir de ahí pude observar que en la ciudad no habían muchas especies nativas, especialmente relacionadas en forma de maraña. Entonces, empecé a hacer un estudio de los jardines y de las zonas verdes que se usan en la ciudad, y a la vez, por mi trabajo de ilustración botánica aprendí mucho de este bosque. Este es un formato poco usual. No es una exhibición sino una escultura permanente, un proyecto a largo plazo, así que buscar el sitio fue muy interesante. Finalmente, me enteré que iban a demoler dos casas al lado de la Casa Tollota y ahí visualicé esa fachada que estaba oculta y diseñé también la plaza para poder construir la escultura e integrar el uso de esta edificación junto al biciparqueadero, y así se lo propuse a la rectora”. 

Un año después de su apertura al público en Utadeo, Valdenebro recuerda que todo se dio en el año 2.014, gracias a la visita que realizó la rectora de la Universidad, Cecilia María Vélez White, al Espacio Odeón, lugar donde en ese momento se exhibió la propuesta para construir dicha escultura viva, a partir de una serie de dibujos táctiles o mapas que especulaban sobre el crecimiento y la formación de las especies que la componen.

Para la artista, la conexión entre la misión institucional de Utadeo, fundamentada en la Expedición Botánica, y su proyecto escultórico fue inmediato: “El vinculo entre arte y naturaleza es algo que me interesa profundamente, en parte porque he trabajado con científicos, a partir de la ilustración botánica, y también soy artista. Entonces me doy cuenta que el arte tiene mucho ímpetu y muchas ganas de hacer cosas, pero en ocasiones le falta conocimiento. La ciencia tiene muchos conocimientos y en ocasiones no sabe cómo hacerlos sensibles. Nativas Foráneas es un lugar donde esas dos cosas se conjugan".

Aprender a amarlas, vivir con ellas y tener paciencia son los principales consejos que brinda Valdenebro a la comunidad tadeísta, a quien por medio de una carta agradeció el compromiso que la Universidad ha tenido hasta el momento (Lea el comunicado, haciendo clic aquí): “La invitación que yo le hago a la comunidad tadeísta es a acercarse a estas plantas, al igual que yo lo he hecho.  Estas plantas no hay que hacerles cosas para que estén mejor porque ellas llevan adaptándose a esta altitud y clima desde hace diez mil años y conocen muy bien lo que aquí pasa. Lo mejor es observarlas y ver que ellas tienen unos ciclos de vida que muchas veces los jardines no nos dejan ver. Este es un lugar para que las plantas sean como son en sus ciclos naturales, para que se enreden, se sequen y expulsen semillas. El cuidado que ellas necesitan es no tocarlas, no intervenirlas, ni ayudarlas en su proceso. Ellas crecerán en su debido tiempo y en su ritmo. Sobretodo, se debe tratar que los animales no ingresen allí y no tirar basura. De igual forma, es mejor no caminar sobre la tierra de la escultura, debido a que se están cortando ciclos de nacimiento de las semillas y se afectan ciertas plantas rastreras. Hay que dejarlas ser”, resaltó la artista. 

Este primer año ya ha dado sus frutos. Prueba de ello son “las hijas de la Tadeo”, nombre con el cual Valdenebro denomina a algunas plantas de Salvia Rufla que florecen en su taller, las cuales provienen de las semillas de los ejemplares que se encuentran en la Universidad.

 

Un proyecto de largo aliento

Según lo comenta Valdenebro, en este primer año de la escultura en Utadeo, las plantas han atravesado una etapa de riego subterráneo. Sin embargo, en aproximadamente tres años, cuando estas se encuentren maduras, se les quitará el riego, permitiéndoles que a partir de sus raíces obtengan el agua necesaria: “algo importante que hice fue escavar la tierra hasta llegar al suelo bogotano. Y ahí están las condiciones propicias. Esta es una escultura que va a ser lo que yo me imagino como proyecto en treinta años. Estas plantas van a empezar a acumular el follaje y a ser como una especie de montaña, y ese perfil que ustedes ven dibujado en la estructura de acero es como una continuidad de los Cerros Orientales”.

 

Una muestra de amor

Daniel Muñoz es estudiante de Diseño Industrial de Utadeo, líder del colectivo  Bicicultura tadeísta y un enamorado de la naturaleza. Para él, Nativas Foráneas es la mejor excusa para complementar sus hábitos saludables y responsables frente al medio ambiente: “Yo estuve siguiendo muy de cerca la construcción del ciclo parqueadero, así que cuando abrieron esto era una simple estructura en acero, ya ha pasado bastante tiempo y se ha visto un crecimiento notorio de lo natural”.

El estudiante se ha empoderado como un “cuidador” de esta escultura viva, dado que está pendiente de ellas, brindándoles riego en tiempos de sequía: “He visto mucha gente que visita las plantas y las cuida. Viendo el crecimiento que han tenido, sería muy buena idea extrapolar este tipo de exposiciones a otro espacio para que sean más visibles”, propone Muñoz.

 

Así nació Nativas Foráneas

 

Esta es la carta escrita por Eulalia de Valdenebro donde agradece e invita a la comunidad tadeísta a cuidar de Nativas Foráneas. 

 

Para mayor información sobre la artista, visite su sitio web. 

 

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