La distopía habita en Kaópolis, la novela gráfica de Mario Mendoza y Keco Olano

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La distopía habita en Kaópolis, la novela gráfica de Mario Mendoza y Keco Olano

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La distopía habita en Kaópolis, la novela gráfica de Mario Mendoza y Keco Olano
Miércoles, Septiembre 30, 2020
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A pocos días de la presentación del equipo creativo que estuvo detrás de esta novela gráfica anticipatoria en Utadeo, hablamos con Mario Mendoza sobre el proceso interdisciplinar y narrativo que se llevó a cabo durante dos años y medio en torno a la construcción de esta ciudad y las acciones de su personaje principal: un Mesías que asemeja sus enseñanzas a lo dicho por el Buda Shakyamuni y Jesucristo.
Fotografías: Proyecto Frankenstein

Por las calles distópicas de Kaópolis, llenas de contaminación, pobreza y desesperanza, un hombre llamado Issa llega a uno de los tres distritos de la ciudad, el de los marginados, a predicar que todos somos iguales, sin importar el apellido o el lugar en el que se nazca, en un claro pensamiento religioso que reivindica las posturas del Buda Shakyamuni con las enseñanzas de Jesucristo y del cristianismo primitivo, pero a su vez en una clara lectura política que busca hacer frente a las situaciones de inequidad y corrupción de las élites que ostentan el poder.

Bajo estas premisas, el reconocido escritor colombiano Mario Mendoza y el ilustrador Keco Olano se juntaron nuevamente para pensar en una novela gráfica de ciencia ficción anticipatoria, género poco practicado en Colombia, que diera cuenta de esas condiciones sociales, políticas y morales que vive nuestra sociedad y que la tienen ad-portas de unos escenarios apocalípticos, pues como bien lo enfatiza Mendoza: “no creemos en el progreso. Estamos completamente seguros de que no vamos hacia un mundo mejor, ordinario o paradisiaco, en donde la democracia se va fortaleciendo. Es todo lo contrario, parecería que la sobresaturación del sistema va a crear un colapso de gran envergadura”.

Ante un escenario catastrófico, ligado al desorden, Keco y Mario pensaron en construir una trilogía. Sin embargo, sabían que era necesario construir esa ciudad distópica del futuro; un lugar que, en medio de meses de trabajo, conceptos, maquetas y renders, dio vida a Kaópolis, gracias al trabajo emprendido por Heidi Muskus, quien hizo los desarrollos arquitectónicos, y el ingeniero mecánico Gabriel Pedroza, encargado de diseñar todos los medios de transporte y las máquinas que se aprecian en esta novela gráfica.

Mario Mendoza, escritor colombiano

Este proceso creativo llevó a que, posterior a la creación de la ciudad, se modificaran algunos diálogos e historias, pues como lo comenta Mario: “el diseño en sí mismo ya tenía un contenido político muy fuerte”.

La ciudad fue distribuida a través de castas sociales, en tres grandes distritos: el de los poderosos, los trabajadores y el de los marginados, estos últimos quienes están casi por fuera del sistema. Para ello, enfatiza Mario, el gran reto fue unir los discursos de los personajes que intervienen en la historia con el del personaje central, su ideología y el movimiento que él genera, el cual finalmente desata una insurrección. Esa realidad, indica el escritor colombiano, buscaba también ser congruente con la realidad de las ciudades en las que estamos viviendo actualmente.

Para dar cuenta de la ideología del personaje, Keco y Mario estudiaron a fondo los textos canónicos del Budismo, así cono del Cristianismo, pues, aunque existen aproximadamente 500 años de diferencia entre una enseñanza y la otra, tienen similitudes en el relato, entre ellas la humildad, desapego y fugalidad de la vida que están presentes, por ejemplo, en las parábolas de Jesús y que, muy posiblemente, de acuerdo con Mario, tuvieron influencia en algunas creencias de la India, país al que pudo haber viajado el Mesías cristiano en los años de los que no se conoce sobre su existencia, de acuerdo al relato bíblico. Lo anterior se suma a una visión política de la teología de la liberación que se propone en los sesentas y que ha sido un discurso que han promovido personalidades públicas como Antanas Mockus en torno a la sacralidad de la vida, el respeto por la alteridad y la otredad y, ante todo, el olvido de sí mismo para pensar en los demás.

Pero uno de los aspectos que más marcó a Mario y a su equipo de trabajo fue que, antes de lanzar su novela gráfica, tras dos años y medio de trabajo, lo que ellos habían considerado una anticipación se estaba convirtiendo en toda una realidad, principalmente con fenómenos sociales como las marchas de noviembre del año pasado, la muerte de Dylan Cruz y la masacre a líderes sociales, que, al igual que en los relatos de Kaópolis, la élite corrupta trataba de eliminar las enseñanzas de Issa y de sus seguidores, pues se convertían en un peligro para la estabilidad del sistema.

“Fue una sorpresa mayúscula, pues nos sentíamos inmersos en nuestra propia novela gráfica. Nosotros habíamos anticipado conflictos sociales de gran envergadura: la novela termina con una emancipación y con un levantamiento popular muy fuerte, y estar inmersos en esa situación nos llevó a pensar en que ya se estaba cumpliendo esa anticipación. Ya no estábamos en la anticipación sino en el realismo”, relata Mario.

 

La novela gráfica y el cómic: una gran biblioteca oculta

Para Mario Mendoza, un escritor polifacético que ha sabido expresarse desde las narrativas propias del periodismo, pasando por proyectos editoriales tradicionales y llegando hasta la novela gráfica, señala que este último género se encuentra en una biblioteca underground que, históricamente, es secreta y oculta, dado que no se conoce mucho y se le ha condenado a vivir en lo subterráneo. Por eso su invitación es a conocerla, pues a través de su narrativa también se da cuenta de los movimientos de contracultura y de la condición humana: sus aventuras, expresiones de dolor y sufrimiento, las bajezas, pero también el heroísmo y las experiencias amorosas.

Sin embargo, señala que no todos los escritores deben acercarse a ella para expresarse, pues solo quienes se sienten atraídos por su narrativa, la aman y se gozan en ella lograrán entender las cualidades de este género: “Se necesita de la novela gráfica para expresarse, pero hay que saber si efectivamente se quiere hacer un trabajo colaborativo, que involucre la ilustración y lo gráfico y preguntarse qué se quiere ilustrar. También, los que ilustran deben saber que la novela gráfica es un género muy particular y reconocer si esto es lo que les llama la atención”, recomienda Mario a los tadeístas que deseen incursionar en dicho formato.

También brindó un consejo final a los tadeístas que deseen tomar el camino de los proyectos artísticos colaborativos: “La clave para que funcione un equipo creativo es el no ego y la no importancia personal. No hay que imponer las voluntades en el equipo, ni siquiera el guionista debe hacerlo, pues este debe acoplarse, ceder, suprimir, corregir, quitar, añadir y escuchar las sugerencias de los ilustradores; hay que entender que se está al servicio de una colectividad y no de un nombre”. 

Este 8 de octubre, a partir de las 5:00 p.m., Mario Mendoza, Keco Olano, Heidi Muskus y Gabriel Pedroza dialogarán en profundidad sobre lo que fue este proceso creativo interdisciplinar: “El éxito de una novela es la división de las funciones, así que vamos a mostrarles las maquetas y los diseños de la novela; vamos a contarles detrás de bambalinas cómo sucedió la escritura del guion y cuáles fueron las ideas principales. Todo eso se los vamos a mostrar gráficamente durante la exposición. Yo creo que lo van a disfrutar mucho. También para los que lean la novela gráfica será una experiencia fascinante, al ver a unos artistas explorando hacia adelante y construyendo una anticipación en tiempo real”, es la invitación que hace el literato.

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