La calidad de vida: el objetivo que persiguen los sistemas de salud
El día de hoy se ha preguntado cómo está su salud. En un mundo de la inmediatez y la competitividad, este tema ha quedado relegado a un segundo plano, ocasionando crisis en la calidad de vida de los individuos, y por ende, problemas en la sociedad. Desde el año 1990, la Organización Mundial de la Salud ha venido desarrollando una serie de cuestionarios en diferentes áreas como la salud mental, física y laboral, los cuales permiten establecer una medición para saber el estado de salud de un individuo en diferentes situaciones, así como el efecto de un procedimiento medico, una terapia, una cirugía o un medicamento. Sin embargo, en Iberoamérica, es hasta el año 2001, cuando comienza a darse una preocupación por la calidad de vida relacionada con la salud. Así es como nace la Reunión Iberoamericana de Calidad de Vida, que en su séptima versión tuvo como sede a Utadeo.
El evento que por primera vez se realiza en nuestro país, reunió a 15 expositores internacionales y uno nacional, así como los trabajos de 25 grupos de investigación de toda la región. La Reunión es auspiciada cada dos años por la Sociedad Internacional de Calidad de Vida Relacionada con Salud (Isoqol, por sus siglas en inglés), y en esta ocasión, tuvo como organizadores a Utadeo, en conjunto con la Fundación Saluma y la Universidad Industrial de Santander: “estas reuniones buscan compartir no solo las experiencias nacionales si no internacionales. Hemos traído a expertos de Estados Unidos, Italia, España, Uruguay, Chile, Brasil y México, quienes nos muestran las diferentes experiencias de investigaciones de campo que han realizado, aplicando estos instrumentos de calidad de vida relacionada con la salud”. resaltó Fredy Rodríguez, coordinador académico de posgrados en Salud de Utadeo.
Como lo acota Rodríguez, la calidad de vida relacionada con salud es un concepto que comenzó a construirse hace veinte años, cuando se implementan por primera vez técnicas de medición para conocer el estado de salud del paciente: “ya hay una serie de guías para establecer si un medicamento o una nueva tecnología entra al mercado colombiano y si lo entrega el Plan Obligatorio de Salud. Entre las medidas que se están contemplando es que este tipo de dispositivos se implementen como calidad de vida. Estos son avances que permitirán que se tomen mejores decisiones en cuanto a políticas públicas, dado que la calidad de vida es uno de los objetivos que persiguen los sistemas de salud”, puntualizó Rodríguez.
Un evento que construye alianzas para una mejor calidad de vida
José Salazar es director de la División en Estudios de la Salud de la Universidad de Guadalajara. En el marco de este evento, compartió con sus colegas acerca de la calidad de vida del trabajador de la salud en México, estudio que realizó entre noviembre de 2014 a enero de 2015, y en el cual participaron 896 personas, entre médicos y enfermeros del Instituto Mexicano de Seguro Social, entidad que agrupa a la mayor cantidad de cotizantes al Sistema de Seguridad Social en ese país. Para recopilar la información, los investigadores acudieron a la aplicación de un cuestionario y de una entrevista personalizada.
Según Salazar, “identificamos en qué condiciones están y cómo perciben su bienestar, su satisfacción y su calidad de vida los trabajadores de la salud. Pero una de las dimensiones más importantes fue las condiciones de trabajo. Allí evidenciamos que hay una percepción de molestia y de enojo frente a las circunstancias en las que están trabajando. El Instituto Mexicano de Seguro Social ha incrementado el número de pacientes, pero no ha incrementado ni la infraestructura ni las condiciones laborales, y eso hace que el médico trabaje en condiciones complicadas y que el profesional de la salud en términos generales esté en crisis, laborando incluso bajo protesta por la cantidad de pacientes que debe atender al día”.
El investigador mexicano puntualizó que las investigaciones deben hacerse en las universidades y no desde el sector gobierno, puesto que los estudios deben tener credibilidad y cierto nivel de objetividad. El académico extendió una invitación a sus pares para que establezcan enlaces con el sector público y privado: “hay que motivar para que estas publicaciones no se queden solamente en revistas científicas o libros, sino que lleguen a los que hacen las leyes y las ejecutan”, resaltó Salazar.
Pese a la efectividad que este tipo de mediciones puede tener, muchos académicos y profesionales del sector salud se preguntan para qué sirven estos instrumentos en el contacto directo con el paciente. Este fue el tema que impartió Juan José Dapueto, quien es director del Departamento de Psicología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay. A través del conversatorio sobre “Aplicación de medidas de calidad de vida en la práctica clínica”, el especialista motivó a los asistentes a complementar sus evaluaciones con instrumentos que cuantifiquen el estado de salud del paciente, al tiempo que extendió una invitación a utilizar las nuevas tecnologías, las cuales permiten obtener los resultados en tiempo real: “por ejemplo, si un médico quiere tener una idea del bienestar del paciente, ¿es suficiente con las preguntas cómo ha seguido desde la última vez que estuvo o cómo se siente hoy? En ese orden de ideas, qué le aporta esa pregunta concreta un cuestionario de diez, veinte o 36 preguntas”, sugirió Dapueto.
El especialista uruguayo insistió en que este tipo de reuniones académicas deben enfocarse en temas como la pobreza, la inclusión social, la equidad, la prestación del servicio de salud y la cobertura de los centros asistenciales a las poblaciones en condiciones de discriminación. De igual forma recordó que la problemática de la calidad de vida está atravesada por lo étnico y lo institucional, donde se deben evaluar dichos comportamientos en el colegio y el trabajo.