Gysel Cantillo, la tadeísta que 'imita' el nado de los delfines
A la distancia, la figura de Gysel Cantillo Ujueta, estudiante de octavo semestre de Biología Marina de Utadeo Santa Marta, puede confundirse con la de un delfín o una mítica sirena, gracias al deporte que practica desde que tenía 11 años y que la llevó a enamorarse de su carrera: la natación con monoaleta.
Esta sanandresana, con tan solo 20 años, se ha convertido en una de las mayores exponentes de este deporte de velocidad que simula el movimiento de los delfines, pues ostenta en su palmarés el subcampeonato mundial en la modalidad de relevo de cuatro por dos mil en el Mundial de Grecia 2014, en su segunda convocatoria como Selección Colombia. En el 2012, Gysel ya había representado a nuestro país en una competencia orbital, en el Mundial en Austria.
Gysel fue subcampeona en el Mundial de Grecia 2014
Lo que hace nueve años inició como un plan de recreación vacacional para Gysel, se convirtió rápidamente en una de sus grandes pasiones, luego que el entrenador del Grupo de Rendimiento de San Andrés, Alejandro Sierra, viera su potencial y la convocara a entrenar con la liga de ese departamento.
Así, en medio de los entrenamientos, en el majestuoso Caribe isleño, descubrió su otro amor, la Biología Marina, tras observar la vida que se abría paso en el océano: “Estar allí las 24 horas, los siete días de la semana, te hace observar cosas que a simple vista no se ven”, entre ellas las maravillas de la naturaleza, cuando a eso de las 6:00 a.m., hora en la que nuestra tadeísta usualmente inicia sus entrenamientos, los animales salen de sus resguardos.
La tadeísta (tercerca de izquierda a derecha) ha hecho parte de la Selección Colombia en dos oportunidades
La magia, pero a la vez el reto de la monoaleta, ocurre desde que Gysel, armada con su snorkel, gafas, gorro, traje, monoaleta, pero ante todo, con sus ganas y disciplina, ingresa al mar. Dado que los dos pies deben permanecer en la misma aleta, que en algunos casos es fabricada en fibra de aluminio o de carbón, mantener el equilibrio y la velocidad, así como coordinar los movimientos es una tarea difícil, razón por la que debe trabajarse fuertemente la fuerza en piernas y abdomen.
Su más reciente éxito lo cosechó en los Juegos de Playa y Mar que se realizaron el año pasado en Tumaco. Allí, nuevamente la gloria se la dio la modalidad de cuatro por dos mil, donde se ubicó en el tercer puesto, certamen en el que participó con la Liga de Cundinamarca, que la acogió cuando empezó a estudiar sus primeros semestres en Utadeo Bogotá. En la capital del país entrenaba todos los días en el Complejo Acuático Simón Bolívar.
Con su equipo, Gysel (derecha) alcanzó el tercer lugar en los Juegos de Playa y Mar
Aunque admite que su rutina de entrenamiento ha tenido que disminuir, en parte por los compromisos académicos que tiene en la Universidad, también sabe que en medio de los muestreos, las salidas de campo o las pruebas de laboratorio siempre hay chance para practicar, así sea tres veces por semana, en las playas de El Rodadero. Allí, con la ayuda de una de sus compañeras de estudio, toma los tiempos de su rutina, pues reconoce que el camino es largo de cara a la preparación para los Juegos Deportivos Nacionales que se celebrarán el próximo año, justas en las que participará por tercera ocasión y que le traen un buen recuerdo, pues en su anterior versión se ubicó en el tercer lugar, estando aún con la Liga de San Andrés.
A punto de culminar su carrera profesional, Gysel menciona que distribuir de manera adecuada el tiempo es la clave para cumplir con sus compromisos académicos y deportivos. Eso si, con la ayuda de los profesores de la sede, quienes han sido sus coequiperos en este camino: “He tenido la ventaja de tener unos profesores comprensivos, pues cuando he tenido viajes me han dado la posibilidad de adelantarme o atrasar las entregas, y eso me ha ayudado a cuadrar espacios para mis entrenamientos”, sostiene esta tadeísta, a quien le gustaría especializarse en ecología de los invertebrados.