El impacto financiero para grandes compañías con la implementación de normas internacionales
Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) son un paquete de normas internacionales que entraron en Colombia, a través de la Ley 1314 del 2001 y se implementaron en todas las compañías entre el 2015 y 2016. Entre ellas está la NIIF 16 de arrendamientos, normatividad que entró en vigor el pasado 1° de enero y de la que todavía muchos directivos y contadores desconocen sus efectos.
Para entender qué obligaciones conlleva la normativa y comprender si las alteraciones en los estados financieros suponen un peligro real o no para las empresas, conversamos con Diana Vega González, del Instituto Nacional de Contadores Públicos, quien aceptó la invitación del programa de Contaduría Pública, para adelantar una conferencia sobre estos temas en Utadeo.
En el conversatorio sobre la NIIF 16 se resolvieron dudas acerca del impacto de esta normatividad.
¿Qué es la NIIF 16 de arrendamientos?
Es la nueva normativa internacional que regula la contabilidad de los arrendamientos y que entró en vigor el pasado 1° de enero. Esta solo aplica para las empresas que integran el Grupo 1: compañías que cotizan en la bolsa de valores, que captan dinero del público, como lo es el sector financiero, y las compañías de gran tamaño que cumplen unas características especiales. Mientras que, por ahora, las Pymes, que integran el Grupo 2, no se regirán bajo este marco normativo.
¿Cuáles son los cambios que propone?
Antes de esta NIIF 16 existía la Norma Internacional de Contabilidad 17 Arrendamientos (NIC 17), que clasificaba los arrendamientos en operativos y financieros, tanto desde el punto de vista del arrendador como del arrendatario. Ahora, con la NIIF 16, el cambio es para el arrendatario, a quienes se les establece un modelo único de contabilización, es decir, van a reconocer en sus estados financieros un pasivo por arrendamiento contra un activo por derecho de uso de ese activo arrendado.
¿Qué impactos tiene esta norma en las empresas?
Esto depende de cuántos contratos de arrendamiento tengan cada compañía. A mayor número de contratos de arrendamiento que tenga, mayor impacto tendrá; por ejemplo, las entidades del sector financiero que manejan muchos inmuebles donde están ubicados sus bancos, pueden presentar un incremento en activos y pasivos, ya que antes no se reconocía. En ese sentido, tendrán un mayor activo y también un mayor pasivo, lo que modificará sus indicadores financieros, donde van a medir los temas de liquidez, solvencia, patrimonio técnico, rendimiento. Sin embargo, si una compañía tiene dos contratos de arrendamiento y son menores a un año, y los activos son de bajo valor (computadores, tablets, teléfonos), como lo dice la norma, el impacto puede ser menor o inclusive puede que no haya impacto, y haría una simple contabilización de pasivo contra gasto.
Eso con los arrendatarios, pero ¿qué pasa con los arrendadores?
A ellos no aplica la norma. Lo que sí deben hacer es analizar, de acuerdo a la NIC 17, si su contrato era operativo o financiero. Si es operativo, quiere decir que él no cedió el control del activo y que lo va a conservar dentro de sus estados financieros. Si es un arrendamiento financiero, quiere decir que cedió los derechos y obligaciones por ese activo y lo que maneja es una cuenta por cobrar por los cánones de arrendamiento que le debe el arrendatario, es lo que se conoce como leasing financiero.
Diana Vega González, del Instituto Nacional de Contadores Públicos.
Hemos hablado de las implicaciones que tendría en las grandes compañías, pero ¿es posible que esos cambios impacten la economía del país?
La aplicación de la norma impactará los indicadores financieros, que son resultado de los estados financieros de las empresas, los cuales miden el desempeño económico y financiero de estas. Entonces, una afectación en una compañía como Ecopetrol o Bancolombia va a pesar mucho en las estadísticas que manejan las Superintendencias.
¿Y en cuanto al ciudadano de a pie?
No se verán afectados. Sin embargo, a futuro es posible que esta NIIF 16 se lleve a las Pymes, que en Colombia y en el mundo son el 95 % de las compañías. Entonces, seguramente cuando esta actualización entre en las Pymes, el impacto va a ser más grande porque se va a sentir en más empresas y estas empresas no tienen un músculo financiero para afrontar los impactos de esta normatividad.
¿Cómo está Colombia en la implementación de la NIIF 16 frente a otros países?
Está bien porque esta es una norma nueva que se terminó de construir en 2016. Tenemos el decreto único reglamentario 2420 de 2015 que reglamentó y compiló las "Normas de contabilidad, de información financiera y de aseguramiento de información". Para el caso de la NIIF 16 fue el decreto 2170 de 2017, que dio plazo de un año (2018) para entender y analizar sus principales impactos, antes de ser implementada el 1° de enero de 2019.
¿Cómo la academia puede aportar para su aplicación y, de paso, atenuar el impacto en las compañías?
La academia tiene que estar totalmente actualizada, eso quiere decir que deben contemplar las NIIF en sus planes de estudio. En ese sentido, la academia y los docentes deben actualizarse, pues no tendría sentido que en este momento estuviesen enseñando los principios de contabilidad (COLGAAP) o la NIC 17 de arrendamientos, que era el marco normativo anterior, cuando se está aplicando la NIIF 16. Por eso, la academia tiene que actualizarse al ritmo en que se actualizan las normas.