Performance de la obra "Trópico Entrópico" del tadeísta Felipe Arturo en el MACAAL
Performance de la obra "Trópico Entrópico" del tadeísta Felipe Arturo en el MACAAL
Como parte de la exposición “Have you seen a horizon lately?” (“¿Has visto el horizonte últimamente?”), que se presenta hasta el 19 de julio en el Museo de Arte Contemporáneo Africano Al Maaden (MACAAL), en Marruecos, el profesor de la Escuela de artes de Utadeo, Felipe Arturo Pérez, es uno de los artistas invitados, con la puesta en escena de su obra “Trópico Entrópico”, una serie de trabajos...
Como parte de la exposición “Have you seen a horizon lately?” (“¿Has visto el horizonte últimamente?”), que se presenta hasta el 19 de julio en el Museo de Arte Contemporáneo Africano Al Maaden (MACAAL), en Marruecos, el profesor de la Escuela de artes de Utadeo, Felipe Arturo Pérez, es uno de los artistas invitados, con la puesta en escena de su obra “Trópico Entrópico”, una serie de trabajos que se enmarcan en las estéticas de los pisos postcoloniales, abriendo así un debate sobre los procesos de aculturación (Conoce aquí la exposición virtual).
Precisamente, este 24 de junio, a las 11:00 a.m. (Hora Colombia), a través de Instagram Live, nuestro profesor tadeísta desarrollará un perfomance en torno a su obra, bajo la dirección artística de Taoufiq Izeddiou, director del Festival Internacional de Danza Contemporánea de Marruecos “On marche”. En esta oportunidad, la artista Salma Sadeq llevará a cabo la activación de este perfomance.
La artista Salma Sadeq llevará a cabo la activación de este perfomance.
Acerca de “Trópico Entrópico”
A partir de una escultura en azúcar blanca y morena, el tadeísta se inspira en el patrón de un mosaico blanco y negro creado en el siglo XIX para evocar el encuentro de aguas cerca de Manaus, en Brasil.
En esta confluencia, las dos corrientes, cuyas aguas son respectivamente ocre y negra, fluyen juntas sin mezclarse durante seis kilómetros. Esta anomalía, bien conocida en América del Sur, se ha convertido en una metáfora de la asimilación cultural impuesta por el colonialismo.
La elección del azúcar no es aleatoria, ya que se refiere a la motivación principal de los imperios coloniales: la explotación de los recursos naturales. Así, de manera frágil, interactiva y evolutiva, el trabajo propone "pensar en la colonización del continente americano como un lento proceso de entropía cultural". Los azúcares blancos y morenos forman ondas adyacentes separadas en un equilibrio precario, creando un patrón que conduce a la evolución, la mezcla y la homogeneización en el transcurso de la exposición. De hecho, para el artista colombiano, el trabajo se completa cuando su orden geométrico ha sido transformado por el público.