En Valdivia, una ciudad en el sur de Chile, conocida como la ‘Perla del sur’, nació el maestro de danza José Luis Vidal. Este bailarín se ha caracterizado por llevar sus obras a las calles de Santiago de Chile, donde según él “me brinda más naturalidad a cada mensaje que deseo transmitir con las coreografías”.
De antropólogo y sociólogo a bailarín
Desde los seis años hasta poco más de los veinte, José Vidal vivió en un contexto marcado por la dictadura chilena, por tanto, estuvo envuelto en diversas situaciones sociales que lo llevaron en su adolescencia a cuestionarse sobre todo lo que sucedía a su alrededor. A raíz de ello empezó a interesarse por las demandas sociales y la carrera más inmediata que encontró para entender lo que sucedía en aquellos años difíciles fue Sociología. Estudió un semestre en la Universidad Austral de Chile, pero por las diferentes manifestaciones estudiantiles que había por esos años en su país, suspendió los estudios.
El deseo de salir de su pueblo lo llevó a Santiago de Chile, la capital del país austral, donde retomó su formación como sociólogo. Ese cambio de residencia le ayudó a ampliar la perspectiva que tenía del mundo pues pudo explorar las diversas corrientes del arte como el teatro, el ballet y la danza. Fue así como se interesó por esta última, la danza contemporánea, en la que vio la genialidad de la expresión corporal y las emociones transmitidas a través de temáticas contemporáneas.
Introducción a la danza contemporánea
La danza contemporánea es una expresión artístico-escénica que surgió a finales del siglo XIX como una necesidad por expresar libremente ideas, sentimientos y emociones a través de los movimientos corporales. Esta manifestación artística es una fusión entre estilos de ballet clásico con la particularidad de tener libre albedrío en cuanto los movimientos y la expresión corporal.
Los bailarines de danza contemporánea se caracterizan por tener una gran versatilidad y por poseer buena capacidad para improvisar. El aspecto más particular de este estilo artístico es que la estructura de la obra puede desarrollarse de una manera no lineal. De hecho, fueron estas características las que más le llamaron la atención al maestro Vidal cuando tuvo su primer acercamiento a esa disciplina en un festival de danza contemporánea.
En dicho festival pudo ver en vivo a una compañía de danza que le sorprendió. Al final de la presentación se dirigió al camerino para felicitar a los bailarines y aprovechó la oportunidad para acercarse al director de la obra mostrando su interés por querer hacer parte de la compañía.
— Quiero bailar en tu compañía.
— Bueno, y ¿tú qué haces?
— Estudio sociología…
— Primero debes ir a una escuela de danza, entrenarte.
— No, pero estoy seguro de que puedo hacer esto. Lo vi y estoy seguro de que puedo lograrlo.
Desde aquella presentación, José no se quedó con las ganas de saber cómo podría incursionar en el mundo de la danza contemporánea. Durante tres años fue un espectador dedicado a admirar cada ensayo en el Centro de Danza Espiral creado en 1985 por dos bailarines icónicos: la inglesa Joan Jara y el chileno Patricio Bunster, reconocidos por ser los pioneros en el país austral con la danza expresionista. Durante este tiempo también participó en las clases de afro tocando algunos instrumentos.
Un día, un profesor de la academia lo invitó a asistir y participar de una clase. Sabía que José no podía pagar por ella porque aún era estudiante universitario. “Más que fácil o difícil fue una experiencia de mucho placer. Creo que eso fue evidente y el profesor pudo verlo porque me dijo que tenía que estudiar y que hablaría para que me dieran una beca”.
"Me caló en el corazón: ¡Esto [la danza] es lo mío!" Foto: María Jesús Sosa.
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El comienzo del sueño
Luego de una rigurosa prueba, José ingresó becado al Centro de Danza Espiral en 1994. Este centro cultural maneja un programa de formación de tres años. José ingresó al segundo año de preparación debido a la excelencia de su presentación.
Durante su proceso de formación realizó varios trabajos colaborativos con importantes coreógrafos e incluso co-creó su primera obra. A principios de 1996, el Instituto Chileno Norteamericano en alianza con el American Dance Festival (con sede principal en el Estado de Carolina del Norte), llegaron a Chile para realizar un seminario en el que José participó y fue seleccionado para integrar durante tres meses el festival.
Posteriormente, el American Dance Festival le otorgó una beca para ir a Nueva York donde aprendió nuevas técnicas y participó en varios proyectos. Los años siguientes probó suerte en varias compañías de danza y en su retorno a Chile empezó a enseñar y transmitir su conocimiento a partir de su experiencia. Su estilo, asegura, es probar cosas nuevas y libres de tecnicismos.
En 2005 se fue a Londres a cursar un posgrado en Coreografía en la London Company Dance School, donde permaneció hasta 2010. De aquella formación adquirió un formato sistemático para construir coreografías, un estilo que lo caracteriza hasta el día de hoy.
"Entendí lo que estaba haciendo y lo que quería hacer. Eso fue importante para mí". - Escenario de la obra “Pedro” en el Festival de Coreógrafos en Chile.
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Periplo de la danza, el sueño hecho realidad
Su primera participación como bailarín fue a principios de 1995, cuando un bailarín chileno, miembro de una compañía parisina, lo vio bailar en una fiesta y le ofreció estar en su próximo proyecto. Para José esa participación fue muy importante a pesar de que el proceso de creación le costó mucho, ya que no contaba con una formación de creación artística.
La presentación tuvo una duración de 15 minutos y abrió la obra de una reconocida coreógrafa, Elizabeth Rodríguez, quien luego invitó a José a participar en una gira por países como Bolivia y Venezuela.
A finales del 95 hizo un dúo con Francisca Sazie, quien en ese entonces era su pareja. Se presentaron en un festival de danza contemporánea en Santiago de Chile en el que obtuvieron dos premios. Este dúo fue su primer acercamiento como creador de obras en danza contemporánea. En el 96 hizo parte de la compañía de danza DEJADONÉ, donde estuvo de gira durante un año en países como Alemania, Polonia, Eslovenia, Luxemburgo, entre otros.
Posteriormente fue invitado a hacer parte de la Compañía Transit en Barcelona y en paralelo trabajó con la Compañía Ernesto en el Teatro Varia de Bruselas, en Bélgica.
En 1998 retornó a Chile con la convicción de que podía crear sus propias obras. Co-creó con José Olavarría la obra titulada ‘Dos pantalones grises’, luego dirigió las obras ‘Roundtrip’ y ‘Pichanga’. También inició un proyecto como maestro en escuelas de teatro. “Desde 1998 hasta 2005 fui maestro en escuelas de teatro, porque mi aproximación a la danza y los movimientos siempre estuvo muy ligada al teatro y me sentía cómodo allí trabajando como formador”.
Luego de estudiar durante casi seis años en Londres, retornó a Chile en 2011 y siguió como docente en la Escuela de Danza de la Universidad de Las Américas y de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Realizó proyectos independientes en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y fue el coreógrafo de las obras ‘Loop-3’ y ‘Tramas coreográficas’ para inaugurar el teatro del Centro Cultural Gabriela Mistral.
En 2013 realizó la obra ‘Lo impermanente’, que fue nominada a los premios Altazor en 2014. En ese mismo año se conformó José Vidal & Cía, la compañía de danza del maestro chileno con la cual, hasta el día de hoy, ha desarrollado diferentes obras que se caracterizan por intensificar las relaciones de los cuerpos o por ser intervenciones realizadas en espacios públicos con el objetivo de tener un lugar escénico donde los espectadores estén activos.
La compañía de José nació de un encuentro entre diversos intérpretes, quienes reunieron los saberes para integrarlos a la formación técnica, teórica y artística sintonizados en el ámbito de la danza local, nacional e internacional.
Primera experiencia en el performance de Rito de Primavera durante el Holland Festival.
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Creando
Las coreografías que José Luis Vidal han estado influenciadas por la naturaleza. Esta influencia natural le ha permitido crear obras en las que intenta despertar la inteligencia colectiva. Una de las obras más emblemáticas en este modelo de creación fue ‘Emerger’, que contó con cerca de 60 participantes en las calles de Santiago de Chile; 25 bailarines hacían parte da la compañía y los participantes restantes eran ciudadanos del común.
“Lo que hice fue basarme en cómo un movimiento, una formación en el espacio, se va complejizando, porque se suma más gente, además de comprender cómo lo que aparece está en una constante transformación”, dice el maestro Vidal.
Es así como construye sus obras, creando desde lo genuino y sin limitaciones, en el que las ideas van surgiendo a medida que el contexto y la situación lo permiten. De esta forma, él busca plasmarlas a través de los movimientos y expresiones corporales. Con sus obras, José quiere generar interés en la comunidad para empoderarlos desde la capacidad creativa y la inteligencia colectiva.
Obra “Emerger” en el escenario público de las calles de Santiago de Chile. Foto: Mauricio Hoyuelos.
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Intervenciones del artista
Estas son algunas reflexiones del maestro José Luis Vidal sobre la danza como profesión, los procesos creativos e imaginarios colectivos alrededor de ella.
La danza en América Latina
Las diferentes corrientes artísticas en el territorio latinoamericano no son tan reconocidas como en Europa o Norteamérica. El maestro en danza José Vidal ha realizado una intervención en este aspecto analizando las oportunidades que tienen actualmente los bailarines.
Los roles de género en la danza
En todos los escenarios de la vida, los roles de género han sido predominantes para establecer el orden de las cosas. Particularmente en la danza, los roles de género se han determinado bajo estándares sociales que han llevado al imaginario colectivo de que esta es una actividad femenina. En este sentido, José Luis Vidal hace una intervención desde su experiencia.
El aspecto cultural en la danza
Muchas de las profesiones artísticas son sinónimo de actividades no lucrativas y menos profesionales o benéficas que otras.
Oportunidades
Las oportunidades de tener una trayectoria en el mundo de la danza, se dan gracias a la promoción de ayudas y actividades provenientes de diferentes fondos de arte en algunos países y academias del mundo. Con estas ayudas le facilitaron el camino del maestro y coreógrafo José Luis, especialmente en el inicio de su carrera.
José Luis Vidal es uno de los invitados al 22º Festival Universitario de Danza Contemporánea que se realizará en modalidad virtual del 28 de octubre al 1 de noviembre del 2020 en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.