FRANCIS POULENC Y EL GRUPO DE LOS SEIS
El mundo musical conmemora en este 2013, cincuenta años de la desaparición del compositor francés Francis Poulenc (1899-1963). Fue el miembro más joven del denominado Grupo de los Seis, la primera manifestación colectiva de vanguardia francesa que se oponía al lenguaje wagneriano y al impresionismo representado por músicos como Claude Debussy y Maurice Ravel. Inicialmente fue llamado por Erik Satie, el grupo de Los Nuevos Jóvenes. Satie hacía parte del colectivo y tuvo la idea de crear esta sociedad para tocar su propia música. El nombre Grupo de los Seis, surgió del crítico musical Henri Collet después de un concierto realizado en 1920 con obras de: Georges Auric, Louis Durey, Arthur Honegger, Darius Milhaud, Francis Poulenc y German Tailleferre. Eran compositores de diferentes tendencias creativas, pero los unía la idea de buscar nuevos lenguajes para la música francesa. Y tuvieron en el célebre novelista, dramaturgo y pintor Jean Cocteau, el portavoz y el estandarte intelectual, quien rechazaba la música imperante en un panfleto publicado en 1918 con el título de “Le coq et l’harlequin” (El gallo y el arlequín): “Basta de nubes, de olas, de acuarios, de ondinas y de perfumes nocturnos. Necesitamos una música a ras de suelo, una música normal y corriente. Basta de hamacas, de guirnaldas y de góndolas. Quiero que me construyan una música en la que yo viva como en una casa”.
Musicalmente el Grupo de los Seis publicó una colección de seis fragmentos para piano, en los que se expresaban de manera original. Poulenc contó en alguna ocasión cómo surgió el Grupo de los Seis: “No fue en sus orígenes otra cosa que una agrupación de amistades y no de tendencias. Luego, poco a poco, las ideas comunes que fuimos desarrollando hicieron que nos sintiéramos íntimamente ligados en la reacción contra lo vago, el retorno a la melodía, el retorno al contrapunto, la precisión, la simplicidad. Fuimos seis, pero nunca nos habíamos contado. El buen aspecto de nuestro grupo se debía a que, vinculados por ideas muy generales, éramos en cambio sumamente diferentes en cuanto a la realización de nuestras obras”. Hay que recordar también cómo el jazz influyó en la música francesa y en este grupo de compositores galos, especialmente en Darius Milhaud, quien tuvo la oportunidad de vivir en Brasil y relacionarse con músicos latinoamericanos que formaron parte del primer jazz. A su regreso a París en 1919, conservó la costumbre de realizar veladas con pianistas y músicos del mundo del jazz.