Según el diccionario de la RAE (Real Academia Española de la Lengua) el término oligarca se define como "Cada uno de los individuos que componen una oligarquía"; y este último término es definido también por ellos como "Un Grupo reducido de personas que tiene poder e influencia en un determinado sector social, económico y político". Esta semana, la columna de opinión del presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, señala los diferentes llamados que hace el Presidente en sus discursos a este grupo para que sus reformas tengan éxtio; sin embargo, el columnista advierte que es "Oportuno precisar a qué y quiénes se refiere, no son oligarcas personas de estratos cuatro, cinco y seis egresados de universidades de calidad, ni funcionarios de sectores público y privado con salarios aceptables que laboran en empresas productivas porque hayan comprado automóvil y vivienda o estén en vía de adquirirla".
A lo que agrega además, siguiendo en tono de aclaración, que "en materia de oligarquías hay mucha tela que cortar, los viejos oligarcas perdieron poder, los de clubes exclusivos poca importancia política tienen y no lo son compatriotas que, sin incursionar en el crimen, han creado capital, empleo, cumplido con sus obligaciones tributarias".
El columnista concluye que "Enfrentar clases sociales es dividir a la Nación, dificulta la consecución de la Paz. Una sociedad justa e igualitaria se relaciona con grandes propósitos, la participación conjunta, el compromiso de elevar el nivel de vida de los pobres. A pesar de diferencias de fondo y de forma se requiere la unidad nacional para superar problemas agobiantes. El mal empleo de la palabra oligarca confunde y afecta, el tema trasciende la semántica, como se usa afecta el concepto de cambio, la educación, idoneidad y cultura, corresponde valorarla por fuera de expresiones equívocas".