"Se apela al miedo, a la ira, a la sorpresa, aprovechando inclusive la persistencia del coronavirus. El jefe de propaganda nazi decía: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad” Su afirmación no es cierta, pero la resonancia del discurso perverso ha sido protuberante a través de la historia. Las ideologías no son importantes en el siglo XXI, los candidatos auto-acreditan ser demócratas, defensores del pueblo, enemigos de las injusticias sociales, de la corrupción y la violencia. Con partidos en crisis los pronunciamientos surgen de forma personal, de las coaliciones que proclaman el cambio, situándose a la derecha, en el centro o a la izquierda en referencia al lugar que ocupaban los diputados de sectores tradicionales, moderados y extremistas en la época de la Revolución Francesa", sostiene el presidente del Consejo Directivo de Utadeo en su columna de opinión del diario El Nuevo Siglo.
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