El VII Encuentro Alma de la Tierra es un evento que se encuentra en la memoria y el corazón de la comunidad tadeísta, desde hace nueve años. Su origen data de la visión del director de la Escuela de Publicidad, Christian Schrader, por imprimirle el sello de la responsabilidad social a una profesión que, hasta ahora, ha sido vinculada con el consumismo. El portal web de El Tiempo entrevistó a quien ha sido el motor de este evento, que para este año trae los relatos y las cosmovisiones del Chocó (Vea el especial: Alma de la Tierra Chocó).
Según Schrader, la publicidad no nació solo para ser impulsora del desarrollo económico, sino también para apalancar procesos de transformación social. Esa visión la tenía clara desde cuando fue co-fundador de los Consejos Verdes, bajo el gobierno de Belisario Betancur. Allí, recuerda, que como publicista tenía que hacer algo por la tierra, así que generó una campaña que consistía en la venta de mil tubos numerados con tierra en su interior. Con el dinero recaudado se financiaron unas cartillas sobre ecología: “Tuve una época en la que solía visitar comunidades indígenas, entre ellos la de los kogui, en la Sierra Nevada de Santa Marta; ellos manifiestan un respeto máximo por la Pachamama o Madre Tierra. Eso me inspiró”, recuerda el tadeísta.
La primera versión de Alma de la Tierra fue en el 2010. Bajo el lema “Somos terrícolas”, se escucharon las historias de la tierra y algunas de sus problemáticas, como la acidificación de los océanos. Luego, vino el segundo encuentro, “La publicidad al servicio del planeta”, realizado en el 2011, donde se presentó un diálogo con los indígenas arhuacos del Tayrona; para el tercer encuentro se realizó una expedición al Parque Tayrona, luego al río Bogotá y Tierra Bomba en Cartagena. Para el 2015, La Guajira y los saberes de los indígenas wayuu fueron documentados a través de un documental y un libro, y en el 2017, “Chocó tiene la palabra”.
“No puedo entender cómo el departamento más rico de Colombia, porque es el departamento del oro, es el que menos oportunidades sociales ofrece. Me impacta el hecho de que cuando un muchacho cumple 15 años en el Chocó, tiene que decidir si se va o se mete a lo ilegal (grupos armados, explotación ilegal de oro, tráfico de narcóticos)”, enfatizó Schrader.
