Las abejas, debido a su acción polinizadora, son un bioindicador de la contaminación medioambiental de su entorno de producción de miel. La Universidad Nacional y el Laboratorio de inocuidad Química de Utadeo han trabajado en la adaptación de dos métodos para el análisis de contaminantes en miel y polen. Esta investigación fue reseñada en la versión digital e impresa del periódico El Tiempo, en su sección Medio Ambiente, el pasado 4 de noviembre.
Según lo destaca el medio de comunicación, dichas metodologías se convertirán en un apoyo fundamental para el sector apícola en Colombia, en un momento donde esa industria pretende exportar dichos productos (Vea la galería fotográfica del proceso de extracción de contaminantes en mieles en la Revista Expeditio).
De igual forma, el medio destacó que la investigación adelantada por la profesora tadeísta Adriana Zamudio y los estudiantes de la maestría en Ciencias Ambientales de Utadeo, arrojó una presencia mínima de plaguicidas en Boyacá, pero altos niveles de estos químicos en los departamento de Cundinamarca y Meta, debido a la emergencia de cultivos comerciales y la fumigación intensiva. El estudio exploratorio analizó 44 muestras de mieles y polen para encontrar rastros de plaguicidas, y 57 más para hallar metales pesados. En este último estudio se hallaron rastros de cadmio, plomo, cobre, zinc y mercurio por encima de los límites permitidos: “Si el análisis se hiciera en una zona de minería o de explotación de oro, las abejas que sobreviven allí, que deben ser pocas, reflejarían altos índices de contaminación en sus productos”, destacó Edith Castro, co investigadora del Laboratorio de Inocuidad Química de Utadeo.
Los métodos implementados por este Laboratorio tadeísta son pioneros en el país, y así mismo optimizan el tiempo del proceso de extracción de los residuos químicos. Adicionalmente, los investigadores tadeístas desarrollaron un procedimiento de análisis que cuantifica los niveles de metales tóxicos bajo estándares internacionales.