La fabricación de neumáticos a gran escala supone una de los más grandes retos ambientales para Colombia. Según se estima, en nuestro país se desechan cerca de 61 mil toneladas de llantas que, en su mayoría, son arrojadas a las vías, lugares deshabitados y ríos. Sin embargo, en los últimos años, son muchas las entidades del sector empresarial, industrial y académico que se han encargado de generar buenas prácticas de recolección, disposición y reciclaje de sus componentes, entre ellos el caucho, la fibra y el acero.
Una de estas metodologías de reciclaje es la aplicación de calor, ya sea mediante termólisis, pirolisis, incineración o trituración de los compuestos del neumático. Según resalta el portal web de la Revista Autocrash, Utadeo, a través de su programa de Ingeniería Química y el Semillero de Investigación en Sostenibilidad en Procesos, han trabajado en la transformación del caucho de las llantas en un producto granulado o polvo que captura partículas contaminantes en líquidos y gases.
Según el medio, los resultados arrojados por la investigación indican que el nivel de remoción de contaminantes, entre los que se encuentran metales pesados como le mercurio y trazas de pesticidas, puede llegar hasta a un 98% de efectividad, dado el contenido de carbono que poseen los neumáticos, elemento que es por naturaleza adsorbente.