En su artículo, Pinzón critica la admiración de Petro hacia Mao, resaltando los aspectos controvertidos de su legado, incluyendo las consecuencias negativas de su liderazgo, como las violaciones de derechos humanos y las hambrunas que sufrió China durante su mandato.
Además, cuestiona la lógica detrás de elogiar a Mao, especialmente en medio de conflictos globales actuales, como la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina, en lugar de condenar acciones terroristas de grupos como Hamás.
Aunque la visita sirvió para fortalecer la relación bilateral entre Colombia y China, señala que el enfoque en la admiración a Mao carece de justificación, subrayando la importancia de los acuerdos en términos de cooperación económica, comercial, tecnológica y científica entre ambas naciones como un aspecto positivo y prioritario. En su columna, el presidente de Consejo menciona que espera que los resultados de estos acuerdos se traduzcan en beneficios concretos para ambas naciones.
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