Un “asombroso” invernadero que calienta cultivos en la noche. Ese es el apelativo con el que el portal web del diario El Tiempo, en su sección multimedia de ciencia, califica la iniciativa que han desarrollado en conjunto Utadeo, las universidades Nacional y de La Salle, así como Asocolflores. El invernadero que brindaría soluciones a los agricultores ante la problemática de las heladas, es liderado por el profesor Carlos Bojacá y estudiantes de la línea de investigación sobre control de clima bajo invernadero del Centro de Biosistemas Alberto Lozano Simonelli y de la Maestría en Modelado y Simulación de nuestra Universidad.
En entrevista con el medio de comunicación, el investigador sostiene que la altura del invernadero, mayor a la de los tradicionales, posibilita tener un área más extensa de ventilación, logrando un ambiente más confortable para los cultivos y una humedad más baja, lo que evita que las plantas se enfermen o se propaguen virus. Por su parte, su estructura metálica y de sedimentos en concreto posibilita que el invernadero sea más estable y requiera menos mantenimiento.
Sin embargo, el secreto del invernadero yace en el sistema de calefacción implementado. Un colector solar, conformado por unas láminas de zinc que se calientan al estar expuestas a la radiación, posibilitan que el aire que circula se caliente, el cual, a su vez, se transporta a través de unas tuberías que, posteriormente, conducen un sistema de almacenamiento que tiene como función guardar el calor que se va generando durante el día para utilizarlo en la noche, lapso en el que se distribuye y circula el aire caliente en el cultivo, al tiempo que los ductos de tubería se cierran para garantizar que la temperatura permanezca estable (Lea más en Revista Expeditio).