El portal web especializado Contexto Ganadero publicó el día 27 de marzo acerca de la importancia de conocer la capacidad de intercambio catiónico del suelo, método que determina la fertilidad de los cultivos, teniendo en cuenta su pH. Para abordar este tema, el medio de comunicación consultó a la asesora del Laboratorio de Suelos de Utadeo, Carolina Gachetá, quien explicó que este indicador mide la capacidad que tiene el suelo de llenarse de nutrientes, ya sea por almacenamiento propio o luego de un proceso de fertilización, que posteriormente se libera y se transfiere a las plantas.
Según la tadeísta, el parámetro ideal de la capacidad es de 35 miliequivalentes (meq) en 100 gramos de suelo, dado que un nivel superior podría causar problemas a la hora de administrar fertilizantes. Por otro lado, suelos que se ubican entre los 5 y 15 meq/100 no cuentan con la capacidad necesaria para retener nutrientes, y por lo tanto, son poco fértiles.
De igual forma, si los suelos retienen mayor cantidad de elementos, podría alterarse el adecuado funcionamiento de estos. En ese orden de ideas, el límite de calcio rodea el 60 a 80% del total de la capacidad, mientras el magnesio está entre el 10 y 20%, el potasio entre el 2 y el 6%, y el sodio entre el 0 y el 3%.
“Los ganaderos deberían conocer el pH de su suelo, porque a partir de eso es que saben qué elementos están o no disponibles, y así poder hacer un manejo de fertilización, ya sea fraccionándolo o aplicárselo todo. Si el productor tiene una baja Capacidad de intercambio Catiónico y le aplica toneladas de cal, no está haciendo nada porque en el primer aguacero se lava toda la cal”, destacó la especialista en suelos.