Salomón Kalmanovitz expuso en su columna, las grandes problemáticas y dificultades por las que atraviesa Venezuela, una de ellas la reforma agraria que ha logrado destruir buena parte de la producción agrícola y ganadera del país, obligando a la importación de la mayor parte de los alimentos consumidos por la población.
También señaló que el sector público se ha expandido excesivamente y administrado de tan mala manera que se ha reducido la producción de petróleo, de gasolina y de aluminio y la distribución de bienes es igualmente arbitraria e ineficiente.
Por último, Kalmanovitz concluyó en su columna que: "El descontento creciente en Venezuela, confluyó en las marchas estudiantiles, que fueron reprimidas con sevicia por el gobierno, que acusó a sus opositores de fascistas y golpistas; en el complot estaba incluida la mano dura de Álvaro Uribe Vélez. ¡Por favor!".