Entre los países latinoamericanos más destacados en negocios Ag Tech (combinación de agro y tecnología) están Brasil y Argentina. Otros referente son Israel, Holanda y Estados Unidos.
“Más que sistemas de riego de última generación, en estos países se destaca la agricultura de la información. Cómo desarrollan modelos predictivos para la toma de decisiones, uso de sensores en los sistemas de riego para analizar la cantidad de agua requerida por cada planta, mediante modelos matemáticos”, dijo Ricardo Jaramillo, gerente de Agrofuturo, empresa de promoción de proyectos del campo, que incluye su feria anual en Medellín.
El desafío que tiene Colombia es de aumentar los niveles de productividad del campo con la apropiación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que es tan bajo, que no existen indicadores oficiales en penetración y eficiencia productiva.
Por un lado, el Ministerio de las TIC dice que existen 6.975 kioscos Vive Digital distribuidos en centros poblados de 936 municipios, llevando internet a zonas rurales, pero otra cosa es su uso en fincas productivas y otra, aún más lejana, es si se ha convertido en una herramienta de trabajo para el agricultor
Los datos que existen plantean que el 34,5 % de los campesinos que participaron en la Encuesta TIC 2017 dicen que no le interesa usar estos kioskos. El 25,5 % que no lo hace porque quedan lejos de su predio y un 24,1 % dice que no sabe cómo acceder (ver Entrevista).
Ante la ausencia de indicadores productivos con la apropiación digital en el campo, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, manifestó a este diario que dicha incorporación no se da de la noche a la mañana, por lo que se necesita un cambio estructural: “es un tema educativo que requiere ajustes en las políticas públicas, que motiven a las nuevas generaciones del campo a emprender en el agro con uso de herramientas digitales, pero con conocimiento de consumidores nacionales e internacionales”.
Asimismo, esta apuesta digital debe complementarse con el desarrollo de plataformas que permitan la comercialización de productos agrícolas, generando más eficiencias y terminen de enganchar a las nuevas generaciones (ver casos).
“Es clave que estas iniciativas surjan desde la mentalidad de los jóvenes productores, que opten por la formalización rural y accedan a incentivos que les permita quedarse en el campo”, añadió el presidente de la SAC.
Por ahora, se destacan plataformas como Agronet y Agronegocios del Ministerio de Agricultura, en este último en el que se encuentra el sistema de asistencia técnica agropecuaria o el sistema de identificación e información de ganado bovino.
Para el caso de Agronet, se cuenta con la red de información del sector agropecuario que le permite a los productores tomar decisiones de compra y venta de insumos.
“En www.agronet.gov.co se encuentran estadísticas del sector agropecuario, negocios, cifras de producción nacional, cursos virtuales, pronósticos del clima, biblioteca virtual, noticias, convocatorias y eventos, contenidos que informan al productor y así se le facilita la toma de decisiones”, apuntó Alejandro Ruiz, gestor de esta plataforma adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Agronet empezó a operar desde 2005 y a ser medida de manera juiciosa en 2010. En este año, cerró con 102.955 accesos al portal; esa cifra ha tenido un comportamiento ascendente y el año pasado registró 1.116.728 visitas.
En el mismo año se lanzó la versión de celular con 148.492 usuarios activos y actualmente tiene registrados 636.968. Se envían mensajes de texto con información sobre clima, precios, asistencia técnica, productividad y estadísticas del sector.
Expertos consultados coinciden en que la velocidad de adopción tecnológica para la agroindustria del país aún es lenta, aunque para Ruiz el uso de las TIC no solo se debe ver desde la producción, sino desde el desarrollo rural, entregando mejor información al agricultor y formándolo en prácticas agrícolas.
De ahí que para Santiago Pinzón, vicepresidente de Transformación Digital de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), se necesite un cambio de mentalidad entre los productores: “convencerse de que ellos también pueden implementar procesos digitales para ser más productivos en su sector, usando la tecnología para ser eficientes en los cultivos, o mejorando la logística con cadenas de abastecimiento y distribución”.
Así es que surgen innovaciones en el mercado agrícola internacional como las granjas automatizadas, con sensores de aire y suelo; uso de internet de las cosas (ioT): dispositivos mecánicos que advierten fallas con anterioridad por la data que han registrado; biometría ganadera (uso de collares en los animales con GPS para identificar automáticamente y transmitir información vital sobre el ganado en tiempo real).
Sin embargo, Pinzón advierte que la regulación en Colombia también es una barrera que impide el uso de algunas tecnologías, por ejemplo, “en usos específicos de drones (vehículos aéreos no tripulados empleados para monitorear cultivos), pero que no se pueden maniobrar a determinada altura por resolución de la Aeronáutica”.
Otro elemento que influye es la falta de experiencia de las aceleradoras de nuevas empresas a la hora de combinar agro y tecnología, con la necesidad de tener un plan estratégico que potencie la inversión en ciencia, tecnología e innovación.
No obstante, sí hay desarrollos interesantes que mezclan las TIC con el progreso agrícola. Así ocurre con Sioma, en Urabá. Son jóvenes menores de 30 años que usan drones en los cultivos de banano para hacer mediciones y recopilar datos de suelo y planta.
“Llevamos tres años en el mercado y ya tenemos recolectados 14 millones de datos que nos sirven para hacer control de drenajes (información de humedad en cultivos), control de nutrición (conductividad del suelo y monitoreo de áreas que están listas para recibir fertilizantes)”, explicó Juan Esteban Correa, gerente de Sioma.
Esta compañía cuenta con 12 ingenieros que hacen desarrollo de software e investigación para aumentar la competitividad en los cultivos bananeros. Y su apuesta ha dado resultado, pues la compañía espera cerrar este año con ventas por 1.000 millones de pesos y crecimiento cercano al 60 %.
De esta manera es que se confirma que el mundo vive una revolución digital y de la información, de ahí que la mayoría de desarrollos innovadores para el campo apunten a generar mayor información al productor y facilitarles la toma de decisiones acertadas.
Colombia es un país con gran potencial, y es uno de los que tiene mayor posibilidad de ampliar su frontera agrícola y volverse despensa del mundo. Pero, contrario a esto, la implementación de nuevas tecnologías resulta aún incipiente y afecta este plan.