Por: Laura Sofía Calvera
Ilustración: Luis
¿Te gustaría saber por qué cuando pensamos con decoraciones para Halloween vienen a nuestra mente fantasmas, calabazas, castillos embrujados, hombres lobo y vampiros? Pues contrario a lo que muchos piensan, este imaginario no surgió del cine, sino que es producto de la literatura. En esta medida, surgen un sin fin de preguntas sobre el origen de la estética del terror, usualmente es utilizada en la víspera de Halloween, e incluso, es la literatura que hace posible la transmisión y conservación de esta estética hasta la actualidad.
Existen diferentes tipos de terror, los cuales, en su mayoría, tienen como punto de partida la estética de la literatura gótica de los siglos XVIII y XIX, la cual se ha caracterizado por su nivel de trascendencia. La estética gótica no es únicamente un elemento que pertenece a un género literario, sino que la literatura gótica estableció bases iconográficas muy importantes para hablar de la estética del terror, por ejemplo, los ambientes sombríos, los ruidos del entorno que parecía cobrar vida propia, la aparición de personas y objetos como lo pueden ser los fantasmas y las calabazas, los cuales, a la fecha, siguen siendo utilizados en la industria del cine o como parte de la iconografía de la celebración de Halloween.
Obras de la literatura gótica, como lo son La Leyenda de Sleepy Hollow, Frankenstein y Drácula, han sido las principales responsables de consolidar la estética del terror, la cual, posteriormente, fue adaptada dentro de la atmósfera e iconografía indispensable de Halloween, en forma de calabazas, monstruos y vampiros.
A pesar de que muchas de estas historias son recordadas gracias al cine, no debemos olvidar que surgieron como ideas en la mente de un escritor y que, al tiempo, durante décadas fueron los libros los que divirtieron y educaron a las personas acerca del género de terror, incluso podemos decir que muchas de las películas que ahora vemos no existirían si sus directores y creadores no hubieran leído previamente las historias en las cuales se han inspirado.
A menudo me pregunto ¿Cuál es la fascinación que encontramos en las cosas que nos producen miedo? Sin importar si estamos hablando de un relato gótico, una espeluznante película o una celebración mundialmente famosa, como lo es Halloween, el terror está a la orden del día. El miedo es un componente fundamental dentro de la estética de Halloween, este nos ha permitido como seres humanos mantenernos a salvo durante siglos; con el tiempo, gracias a la literatura y a los relatos orales, el miedo se ha vuelto una excusa de entretenimiento popular, que le ha permitido a los gobernantes impartir lecciones de moralidad y comportamiento ejemplar.