Redacción: Diego Ortega
Ilustración: Laura Ríos
¿Te gustaría saber quien es ella? Claro, es importante conocerla. Pero antes debes saber quién es él, un chico como cualquier otro, con una vida como la tuya o la mía. Estudia y trabaja como muchos de nosotros, pero algo pasa con su corazón: cuando está con ella, palpita más rápido. Ella también es una chica normal, pero para él es única y completamente especial.
Él andaba un par de años solo, sin sentir esto que ahora siente por ella, él es sensible, pero tal vez su falta de madurez lo hace sentirse vulnerable hacia las atracciones. Todos tenemos miedo a ser heridos; pero también es verdad que si no lo intentamos, no sabremos si algo nos conviene o no. La historia de él es una de muchas, incluso creyó que tenía una buena comunicación con esta mujer, así nada avanzará. Sin embargo, él siempre miraba al futuro.
Llegó diciembre, la época de festividades. Ellos hablaban constantemente, sus labios se separaban con suavidad antes de cada sílaba; tenian química, pero poco contacto físico. Su mente comenzó a delirar viajando a ese próximo 7 de diciembre. El sol ya se escondía en las montañas de la sabana bogotana, la música empezaba a escucharse al anochecer y ella y él estaban juntos, por cada vela que prendian pedían un deseo en conjunto y después se besaban para darse suerte.
Compartían como cualquier pareja esa fecha tan especial, de igual forma hablaban con familiares y amigos. El reflejo del fuego de las velas en sus ojos lo enloquecian a él volviéndolo fanatico a ella. El 8 de diciembre pasaron acostados juntos casi todo el día viendo películas y perdiéndose en la mágica fantasía de cada una de estas obra cinematográficas.
Diciembre iba avanzando normalmente hasta que llegó el 16 de diciembre, que para las personas católicas es muy importante porque son los días previos al nacimiento anual del niño Jesús. Ellos cantaban villancicos con ella al lado de un pesebre mientras comían buñuelos y natilla, él le daba comida en su boca y con cuidado acariciaba su boca.
La noche del 24 de diciembre se acercaba, se empezaron a mirar fijamente y vieron como la luna se iba apoderando del cielo nocturno en el reflejo de los ojos del otro. Estaban en la casa de él, ella y él empezaron a cocinar buñuelos para compartir entre todos, destaparon una cerveza y brindaron por su amor, se dieron un beso que reflejaba el gran amor que se tenían. Estaban celebrando la última novena, su canto era la voz más dulce que alguien podía oír. No importaba si desafiaban, pues las unión de ellos deja ver sólo lo maravilloso.
Mientras compartían en familia, y como pareja le enviaban mensajes de feliz navidad a todos sus amigos, empezaron a compartir memes mientras las risas estaban presentes. Faltaban cinco para las 12, empezaron a servir la champaña, ellos cruzaron sus dedos y todos empezaron a dar la cuenta regresiva... ¡Feliz Navidad! Se miraron fijamente y pararon el tiempo con un beso lleno de amor.
Siendo las media noche juntos, colocaron al niño Dios en el pesebre y empezaron a repartir los regalos, después de terminar esta tradición empezaron a cenar algo que ellos ayudaron hacer y compartieron otro rato antes de irse a dormir juntos. Al otro día, ella le sirve un caldo para que desayune, pues las mujeres quieren atender a los hombres, mientras ellos se alistan para hacer el asado, después de comer comparte otro rato y se despiden de todos con un fuerte abrazo. Él la acompaña hasta su casa y se queda a cenar antes de regresar a su casa.
Ellos siguen en contacto pues su relación es de todos los días. Aunque se hicieron un par de bromas el 28 siguen igual de enamorados. Para el 31, él viaja a la casa de ella y llega en horas de la tarde. Ayuda a preparar la cena de fin de año, empieza a compartir con la familia de ella. Mientras escuchan música navideña ven fotos familiares, se ríen un poco, recuerdan momentos felices. sirven la champaña y empiezan hacer el brindis, ya después comienzo a la cuenta regresiva... ¡Feliz Año! Ellos dos cruzan sus brazos para tomar un sorbo de campaña, empiezan a darse abrazos fraternales de feliz año y terminan con un beso de amor, de esos que siempre se acostumbran a dar.
Ese fue el mejor momento de su vida, además de ser un mes lleno de festividades, las tradiciones se vieron reflejadas. Tener como desayuno tamal o lechona, preparar buñuelos y natilla, cocinar y servir el pavo, contar anécdotas en familiares, prender las luces navideñas, ver los juegos pirotécnicos como dos eternos enamorados, encender faroles, escucha y bailar música que solo se pone una vez al año, y quedarse despierto hasta media noche por voluntad propia.
En ese momento se despertó, él se da cuenta de que eso no pasó nunca, y tal vez no pase, pues tan solo son amigos. Su tristeza es notoria, pero eso queda en su recuerdo y este escrito, con el que quería quedar como un poeta enamorado, se convirtió en el loco enamorado.