En 2011, Haider Ackermann, decía a Vogue : «Quieres acariciar a la gente con moda que tiene un ritmo calmado, que casi se mantiene quieta », luego de recibir ovaciones por su colección. Aunque no hable español, es colombiano adoptado por padres franceses, y habiendo crecido en África y Europa, se le puede ver como un ser verdaderamente multicultural. Vogue indica que Nomádico es el termino usado con regularidad para describir su trabajo y que su colección de debut puede describirse como « toda alineada hacia un lado, de austeridad elegante, texturada con detalle arrestador …»
Se puede observar en sus trabajos la influencia de la sutileza sino-japonesa, cuyo minimalismo casi arquitectónico evoca de la mano de texturas, el deseo de proximidad sorprendentemente sobrio y respetuoso de la proporciones que puede inspirar la figura femenina.
Tal logro se vio opacado por la presencia del presidente Santos, quien en un acto típicamente colombiano quiso hacer del éxito de otros el propio.
A la llegada de Haider Ackermann, este tuvo la oportunidad de conocer los platos típicamente colombianos, y aprovecho la ocasión para conocer la comuna 13 de Medellín. Acto seguido, en una apoderadora movida política, se le dio una camiseta con toda la carga de responsabilidad que en teoría debe tener alguien que ha visitado Medellín.
En 1971, Haider Ackermann nace en Santa Fe de Bogota, Colombia. El es adoptado allí a los nueve meses de nacido por sus padres franceses, siendo uno en una familia de cinco (incluyendo una hermana vietnamita y un hermano coreano)
En 1983, el clan se asienta en los Países Bajos, luego de vivir una existencia migratoria, mayormente en África, como el resultado de la carrera su padre como cartógrafo para Amnistía Internacional.
En 1994 completa el liceo en Holanda, y se enlista a la Royal Academy of Fine Arts en Antwerp.
Se destaca como una promesa de la moda en vista que ha sido contactado por importantes casas de moda.
Su visita a Colombia fue didáctica tanto para el, como para su publico colombiano.