El papel que están cumpliendo la religiones en la sociedad frente a la prohibición de algunos alimentos cada día es mayor, la necesidad de muchos por querer respetar su fe frente a la religión a la cual pertenecen hace que cada día mas personas sufran de enfermedades que afectan su estado de salud y que a diario se consuman en su religión ¨alimentándose¨ de ella.
El tabú alimenticio existe en las religiones más representativas de nuestro país y, en general, del mundo religiones que establecen algún tipo de prescripción relativa a lo que es recomendable y de lo que es pernicioso para el cuerpo (salud/enfermedad) y para el alma (santidad/condenación).
Las religiones son, por lo general, una de las principales fuentes de emisión de normas y códigos dietéticos. El cumplimiento de las reglamentaciones alimenticias siempre ha sido una parte fundamental del contrato que han tenido que cumplir los creyentes de los diferentes credos para seguir siéndolo formalmente y no dejar de un lado el favor de Dios ni de sus representantes terrestres.
Las creencias religiosas, tras dedicarse entusiásticamente a reinterpretar el mundo y cuanto lo compone como una creación divina, también se han empeñado en otorgarle un significado esotérico y trascendente. Los alimentos no han escapado a esa tentación y lo habitual ha sido agregarles significados que rebasan ampliamente su materialidad: han sido vehículos para comunicarse con lo sagrado eucaristía, instrumentos para expresar la fraternidad y la solidaridad reinante en el seno de la comunidad de creyentes; símbolos y representaciones del Las religiones son mecanismos que sirven, entre otras cosas, para exteriorizar los sentimientos y movilizar la voluntad de sus adeptos. Las acciones que resultan de la conjunción de ambos factores desembocan en el incremento de la conexión comunitaria y en la adquisición de rasgos identitarios diferenciadores. Implícita o explícitamente, los integrantes de los grupos que así se originan acaban sosteniendo que su singularidad y su unidad proceden de la posesión de un templo, de una ídolo común o de una elección de la divinidad
Aunque ya nadie pone en duda que la variabilidad de costumbres y hábitos gastronómicos o culinarios que practicamos los seres humanos depende en buena parte de las tradiciones culturales y de las condiciones históricas que cada nación, etnia, tribu o clan han soportado, pocos son los que han reparado en la importancia que poseen las religiones a la hora de regular las prácticas dietéticas, de prohibir o fomentar el consumo de ciertos artículos alimenticios.
Por Jenny Paola Acosta @JennAcosta15
Bibliografía: ÍÑIGO JÁUREGUI EZQUIBELA
Disponible en: http://www.mercasa.es/files/multimedios/pag_005-025_Jauregui.pdf