En las últimas semanas se han visto más de seis casos de accidentes en donde la mezcla entre alcohol y gasolina ha sido el causante principal de muertes y desgracias familiares por culpa de los conductores ebrios que infringen las normas de tránsito.
Uno de los casos más polémicos en estos días, es el de la muerte de las ingenieras Diana Bastidas y Ana Torres que se movilizaban en un taxi a la media noche, en donde el conductor de una camioneta Audi por andar en exceso de velocidad y en estado tres de embriaguez, impacto el vehículo de servicio público causándole el fallecimiento a estas dos mujeres y dejando al conductor del vehículo Holman Cangrejo, parapléjico.
Aunque este no es el primer accidente que se presenta por estado de embriaguez de los conductores, para la juez 67 de garantías no fueron suficientes las pruebas de la fiscalía para imputarle cargos de homicidio con dolo eventual y lesiones personales a Fabio Salamanca quien fue dejado en libertad ya que para la juez este no representa un peligro para la sociedad.
Este es uno de los tantos casos que no pudieron tener una verdadera justicia y que más halla de encerrar a una persona por sus actos es ver la realidad y las consecuencias de los mismos, ya que afectan a gran parte de la población y que si no se brinda una plena y satisfactoria justicia estos actos nunca van a dejar de suceder.