Pica es un tipo de enfermedad que consiste, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria. Conocido como una variante de un tipo de trastorno alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura, bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos, papel o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor alimenticio en este caso el jabón un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados objetos y que realmente nunca se nos pasaría por la cabeza comerlo, pero para unas personas puede parecer realmente normal.
Este es el caso de una chica que asegura que es una adicta sin remedio a comer jabón. Una extraña enfermedad provoca que Tempestt Henderson, de la Florida, comiera hasta cinco pastillas de jabón a la semana y varias cajas de detergente en polvo.
La estudiante de enfermería sabía que comer jabón era peligroso, pero ignoraba las etiquetas de advertencia en la caja a favor de lamer el polvo mortal todos los días, desde el momento en que despierta en la mañana.
Pronto ella se había acostumbrado a lamer las burbujas de jabón en la ducha, también, un hábito particular que había adquirido era consumir un máximo de cinco barras de jabón a la semana.
Ella comenta “Recuerdo la primera vez que metí los dedos en el polvo de lavar,-dijo-. “Me limpie el polvo con mi lengua y me supo tan dulce y salado… se sentía tan bien. Me enganché enseguida“. Agrego también uno de los placeres de comer jabón “En la ducha, me gusta la espuma de una barra verde de jabón, y lamer las burbujas. Y como el jabón se desintegra, corto una pequeña cantidad de jabón con la boca y a continuación lo chupo. Es celestial y dijo “Me encanta la sensación de limpieza que me da”. Cuando comes jabón te sientes mucho más limpio que si sólo lavas con él“.
Después de seis meses de comer jabón, Tempestt decidió ser valiente y buscó atención médica. Ella fue diagnosticada con un raro trastorno llamado PICA, que los médicos dicen, se caracteriza por un apetito por sustancias que son en gran parte no nutritivas.
Las víctimas han sido distinguidas por comer compulsivamente metal, monedas, tiza, baterías y hasta cepillos de dientes. A menudo puede ser causada por una deficiencia de minerales, lo que explica por qué a las mujeres embarazadas a menudo se les antoja comer carbón cuando se necesita hierro. Pero el caso médico de Tempestt cree que fue provocado por el estrés.