Por:Juliana Velásquez Castaño
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Los embarazos precoces, cada vez se presentan con mayor frecuencia. Estudios, estadísticas, niveles y una cantidad de información están a la carta, para informarse, y evitar esta pequeña problemática social, que actualmente y según un seguimiento que se realiza al tema, afecta psicológicamente a las madres adolescentes.
En un país como Colombia, se intentan crear campañas a cerca de embarazos precoces, en su mayoría no deseados. La información creada por entidades públicas y privadas busca dar a conocer las consecuencias que tiene quedar en embarazo.
En un conversatorio en línea, llamado “Diálogo Libre” que se transmite por www.presalibre.com, se habló con expertos en el tema de los embarazos en mujeres adolescentes. Juan Enrique Quiñónez, especialista en desarrollo adolescente de Unicef para Guatemala y Margarito Castro, miembro del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, fueron los encargados de argumentar por qué un embarazo a temprana edad, afecta a los adolescentes.
Quiñónez, al preguntar por la situación de la maternidad temprana en Guatemala, señala que es importante reconocer el periodo de la adolescencia, un parámetro señalado por las Naciones Unidas, edad comprendida de los 10 a los 19 años. De aquí parte a mostrar la preocupación por el aumento en las cifras de embarazos en adolescentes. Destaca entre eso que es un problema de carácter político y económico.
Este tema social es debatido a diario, ya que se han llegado a presentar hasta 150 embarazos al día en países latinos; la pregunta es entonces ¿Cuál es el mecanismo para evitar esta problemática? Quiñónez, señala que esto se debe a una ausencia de carácter en la mujer, al no informarse de las consecuencias que tiene un embarazo a temprana edad, y que tiene que ver mucho con la estructura patriarcal, donde el hombre toma decisiones incluso sobre el cuerpo de la mujer y qué tipo de método debe usar.
Estar informados, leer, buscar información, hablar del tema libremente, son salidas fáciles para dar a conocer a los adolescentes las consecuencias que trae, atar su vida desde tan temprana edad a la crianza de un bebé. Frente a la pregunta “¿El diálogo familiar sobre temas sexuales reduciría los índices de estos embarazos?”, Quiñónez dijo: “Hay muchos temas tabús y una serie de cuestiones de carácter social y religioso que impiden hablar abiertamente de sexualidad. A esto le sumaría que se tiene la idea de que sólo en casa se habla de sexo, cuando realmente los países que han logrado avanzar en reducción de embarazos en adolescentes son aquellos que han incorporado, dentro del sistema escolar, efectivos programas de educación integral de sexualidad”.
Estudiar las posibles consecuencias de ser adolescente y quedar en embarazo, es uno de los primeros pasos que se deben hacer, antes de tomar la decisión de iniciar una vida sexual. Actualmente, este tema social, es uno de los principales causantes de deserción escolar.
Un punto a favor para Colombia: Profamilia presento resultados alentadores frente a temas de salud sexual y reproductiva.
Respecto a la encuesta del 2005, el indicador se redujo en un punto porcentual. Según la encuesta del 2010, el 19 por ciento de las adolescentes (entre 15 y 19 años) ya eran madres o estaban embarazadas de su primer hijo. Hace cinco años, el 20 por ciento de las adolescentes consultadas había tenido hijos.
En materia de salud reproductiva, la encuesta arrojó que el 79 por ciento de las mujeres actualmente usa métodos anticonceptivos. El más recurrido es la ligadura de trompas, tal como lo respondió el 35 por ciento de las mujeres consultadas.
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