Hace unos días, se llevó a cabo la celebración de los 150 años del merengue. Gracias a sus raíces africanas, el merengue se convirtió en un ritmo ideal para las fiestas y la alegría, que además incita a bailar a propios y a extraños. Además de esto, tiene un plus, y es que ha sonado desde 1850, por lo que ha atravesado por muchas de las etapas importantes de la historia de República Dominicana.
Según el artista, Johnny Ventura, una de las principales figuras del merengue, asegura que este ritmo es popular por su lírica y porque en ella se expresan todo tipo de temas, desde las problemáticas actuales hasta las sociales, que por más tristes que sean, nunca dejarán a un lado el lado alegre y movido que tiene el merengue. Canciones como ‘Qué será lo que quiere el negro’ o ‘El hombre divertido’, son prueba de ello.
Mientras que el merengue luchaba por proyectarse internacionalmente con artistas de la talla de Johnny Ventura, Wilfrido Vargas y Los Hermanos Rosario, en las cantinas de los pueblos de República Dominicana, sonaba la bachata, ritmo con el cual se bailaba pegado y se sufría por las penas de amor y desamor.
En primer lugar, el merengue, con la llegada a los países anglosajones, alcanzó nuevos niveles de fusión y mezcla con el rap, el pop y la electrónica. Agrupaciones como Proyecto Uno en los años noventa, fueron los que marcaron esta nueva tendencia del merengue.
La bachata, por su lado, evolucionó al ritmo de la sociedad y su historia. Por ejemplo, el bachatero, Luis Vargas, vivió de cerca la migración de los dominicanos hacia Estados Unidos. Con todo esto y más, la bachata se consolidó como el ritmo perfecto para el anhelo, la nostalgia y las ganas de llorar.
Actualmente, el panorama del merengue y la bachata son un tanto parecidos, empezando porque hacen parte de los ritmos bailables como el reggaetón, aunque la bachata tira un poco más hacia la electrónica, adquiriendo así un doble sentido en sus líricas con respecto a temas sociales y sexuales.
Romeo Santos o Prince Royce -no nacidos en República Dominicana- cantan bachata y son los más recientes exponentes de este ritmo, que se dedica hoy únicamente al amor (o al desamor).