La década de los años 80 fue mágica para la música, entre muchas razones porque dos de los más grandes artistas de éste género lograban consolidarse en el olimpo de los inmortales de la cultura pop.
Michael Jackson lanzaría uno de los discos más vendidos de la historia, Thriller, el cual dejó temas memorables como ‘Beat it’, ‘Billie Jean’ y la canción homónima del disco que vendería un millón de copias tan solo en su primera semana.
Por su parte, Freddy Mercury, vocalista de la aclamada banda británica Queen, realizó durante la década de los años 80 varias de sus interpretaciones en vivo más memorables, en las que resaltan el concierto en el estadio Wembley de la ciudad de Londres en 1986.
Ambos titanes de la cultura pop se dieron cita en el estudio privado de Michael Jackson en la ciudad de Los Ángeles en 1983, para iniciar un proyecto musical que en esas sesiones dejó tres canciones que nunca salieron al mercado.
El segundo y tercer encuentro de los artistas nunca pudo concretarse, debido a la apretada agenda que por esos años sostenían los cantantes, de allí que el proyecto quedó en un limbo que 30 años después verá la luz.
Acorde a la revista The Times de la ciudad de Londres, Mercury, por esos años también habría acordado colaborar con el Rey del Pop en alguno de sus álbumes futuros, hecho que no se pudo concretar debido a la temprana muerte del líder de Queen a inicios de la década de los años 90.
Los nombres de las tres canciones son; ‘There must be more to life tan this’, ‘State of shock’ y ‘Victory’, las cuales acorde al guitarrista de la emblemática banda británica, Brian May, son “…emocionantes y desafiantes, pero geniales”.
Así que dentro de dos meses, los fanáticos de la música pop podrán disfrutar de los resultados de la fugaz colaboración entre el Rey del Pop Michael Jackson y el emblemático Freddy Mercury.