Redacción: Luis Daniel Ortiz Barrios
Ilustración: Laura Tatiana Huertas Moreno
La RAE define brújula’ como: “Una caja en cuyo interior gira una aguja imantada sobre un eje y señala el norte magnético. Sirve para determinar las direcciones de la superficie terrestre”; sin embargo, para aclarar el significado y el uso de este elemento hay que remontarse a sus orígenes.
En el siglo V a.c. Tales de Mileto habló de la magnetita, un mineral hallado en los alrededores de Magnesia, ciudad ubicada en la Grecia Antigua; los griegos descubrieron que, al frotar un elemento de metal con la magnetita, este atraía otros fragmentos metálicos, lo que años más tarde se conocería como magnetismo; sin embargo, para la época, se desconocía la ciencia detrás de esto y se relacionó con la magia de los dioses.
Los primeros registros que se tienen de la brújula Popularmente se conoce la brújula como un elemento esencial para facilitar la ubicación en la navegación o las expediciones terrestres; sin embargo, es poco lo que se conoce de su origen. La Real Academia Española define son en China entre los siglos IV y V d.c. En 1080 Shen Kuo, un erudito chino, menciona en sus textos el uso de una aguja frotada con magnetita, sostenida por un hilo y puesta sobre una taza con agua, para interpretar las líneas y figuras en la tierra; dependiendo de la dirección a la que apuntara la aguja, se procedía a adivinar el futuro de las personas. Esto era conocido como geomancia, un campo más dentro de la adivinación. Las brújulas chinas tenían como referencia cardinal el sur, ya que por esa dirección salía el sol, lo que se asociaba con prosperidad y hacia el noreste se encontraban los fríos pueblos mongoles, enemigos mortales del pueblo chino.
Otros expertos en el tema aseguran que la brújula data desde el 206 a.c. sin embargo, en el siglo XVII los jesuitas quemaron los manuscritos relacionados con la geomancia, por lo que se dificultó comprobar esto. El escritor chino, Zhu Yu, hace mención del uso de la brújula durante el siglo V como elemento para la navegación, como último recurso para ubicarse cuando el cielo está nublado; pero aún se creía que esta era movida por la magia. Fue hasta el siglo XIX que se le pudo dar una explicación científica.
Con el paso de los años, este pequeño artilugio se fue dispersando por toda la región, hasta llegar a manos de los árabes, quienes se sintieron atraídos por el artefacto de inmediato y lo incluyeron como elemento fundamental para sus viajes y aventuras, lo que permitió su llegada a Europa. Según algunas versiones, cuando la brújula llegó a tierras occidentales, era temida por muchos, ya que desconocían la ciencia detrás de esta y algunos católicos asociaron su funcionamiento con la brujería, de allí su nombre “brújula”, diminutivo de bruja. Sin embargo, otros aseguran que en el siglo VIII, cuando esta llegó a Italia, fue nombrada “Bussola”, haciendo referencia a su caja de madera.
Estando en Europa, ya consolidada como herramienta de navegación, la brújula sufrió muchas transformaciones que la ayudaron a evolucionar, el cambio al norte como punto cardinal de referencia, la inclusión de la rosa de los vientos con sus 32 direcciones, la aparición de la bitácora de navegación y muchas características más que buscaban mejorar los viajes, esto conllevó al descubrimiento y colonización de muchos países en el mundo. Se puede decir que la brújula evolucionó hasta lo que se conoce hoy día como GPS.
Nuestra revista fue nombrada “La Brújula” con la intención de ayudar a dilucidar un rumbo fijo para quien nos consulte. Así como aquel dispositivo de navegación que primero tuvo como referencia el sur que buscaba la calidez de un hogar y luego el norte, que incitaba a explorar nuevas tierras y encontrar nuevas riquezas, nosotros buscamos apuntar el camino que conduce a la felicidad, al esparcimiento, a la superación personal, al conocimiento…
En un mundo lleno de tantas opciones buenas y malas, nuestra misión es señalar esos senderos que se pueden recorrer para satisfacer el deseo de conocimiento y la necesidad de entretenimiento. Así que te invitamos a que explores cualquier dirección que te interese, acompañado por La Brújula, te aseguramos un mundo de conocimiento y experiencias gratificantes, que no solo te servirán para disfrutar de tu presente estudiantil, sino también, te ayudarán a percibir las mejores opciones para tu futuro.
