Utadeo propició una mirada interdisciplinar al fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el caso Nicaragua-Colombia

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Utadeo propició una mirada interdisciplinar al fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el caso Nicaragua-Colombia
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Viernes, Mayo 20, 2022
Luego del fallo que emitió la CIJ, se presentan desafíos a nivel ambiental y social que se deben tratar con prontitud. Carlos Gustavo Arrieta, el agente colombiano ante ese organismo; Jaime Pinzón López, presidente del Consejo Directivo de Utadeo y Mónica Puyana, bióloga marina e investigadora hablaron sobre lo que puede venir a futuro.
De izquierda a derecha: Felipe Cadena, Jaime Pinzón López, Mónica Puyana, Carlos Gustavo Arrieta, Mario Alejandro Molano.

“En medio de todo salimos bien librados. De los 51 incidentes de los cuales se acusaba violación, solo seis se demostraron, seis de 51 y esos seis por ejemplo tenían que ver con la interceptación de naves nicaragüenses por parte de la Armada por temas de pesca contrarias a las normas ambientales”. Estas fueron las palabras de Carlos Gustavo Arrieta, el agente colombiano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), quien estuvo en la universidad Jorge Tadeo Lozano en un conversatorio junto con Jaime Pinzón López, presidente del Consejo Directivo de Utadeo y Mónica Puyana, bióloga marina e investigadora tadeísta.

En el conversatorio se realizó un ejercicio de reflexión frente al fallo de la CIJ. En palabras de Mario Alejandro Molano, decano de la Facultad de Ciencias Sociales “buscar mecanismos de solución pacífica para estos conflictos internacionales es uno de los retos de la universidad que, como heredera de la Expedición Botánica y pionera en asuntos internacionales y de diplomacia, estamos dispuestos a acompañar a la reflexión y la construcción de soluciones en beneficio de nuestro país”.

La conversación, por parte del doctor Carlos Gustavo Arrieta, inició con una explicación detallada del proceso. Destacó once puntos en los cuales habló de que Colombia defendió su tesis de libertad que le permite seguir haciendo labores de patrullaje y operativos en materias de lucha contra el narcotráfico, un punto crucial ya que Nicaragua, entre sus pretensiones, buscaba que no pudiera realizar estas actividades.

También destacó el tema de la zona contigua integral: La Corte hace algunas sugerencias en ajustes en aspectos físicos y algunas funciones que Colombia se atribuyó. Sin embargo, el lazo ejecutivo integral, que fue la posibilidad de que una zona contigua interconectara todas las islas del archipiélago y que mantuviera una semblanza de integridad, se mantuvo.

La comunidad raizal fue otro de los grandes logros ya que se reconoció su existencia como comunidad. Se reconoce una actividad tradicional que les permite pescar y transitar libremente por el área, claro con una sugerencia de que los gobiernos acuerden el régimen para que la comunidad pueda transitar en las dos zonas.

En este link puede ver la trasmisión completa de este evento.

Entre los puntos menos positivos, el doctor Arrieta aseguró que: “la posición de la Corte en materia ambiental, reconoce que esa competencia la tiene Nicaragua. Nosotros veníamos ejerciéndola como si no hubiese fallo. Es un tema complejo porque Colombia cuenta con estándares más altos en materia ambiental y también tiene una capacidad mayor de ejercer control con los cuales Nicaragua no cuenta. Es una realidad política en la que ya no podemos hacer las cosas como veníamos”.

Lo desafortunado en este aspecto sería que en la zona no se siguiera manteniendo el nivel de protección que se tiene actualmente. Lo cierto, es que los países caribeños que tienen tratados con Colombia deben apostarle a un diálogo para mantener esas buenas relaciones y movilizarse por objetivos comunes.

Por su parte Jaime Pinzón López, presidente del Consejo Directivo de Utadeo señaló que comparte la posición del doctor Arrieta, sin embargo destacó que, al ser conocedor de los aspectos jurídicos y aspectos históricos del caso, es importante ver que no somos enemigos de Nicaragua y que se debe velar por las buenas relaciones”.

Por su parte Mónica Puyana, bióloga marina y docente de Utadeo, tiene una perspectiva diferente ya que ha tenido la oportunidad de hacer trabajo de campo en la zona, compartir con la comunidad y entender algunas de las problemáticas que se viven actualmente. Con el fallo, como ella destaca, lo fundamental es saber qué significa esto para las comunidades con un tema tan práctico como por ejemplo saber dónde pueden o no pescar. Tradicionalmente ellos han vivido de la pesca y la agricultura y se debe dejar claros estos aspectos en una comunidad de la que se habla de maritorio y no de territorio. Son comunidades que se adueñan de sus entornos.

Otro tema fundamental y del que poco se ha hablado, es el de la reserva Seaflower, que fue declarada Reserva de la Biosfera en el año 2000 por el programa “Man and Biosphere” de la UNESCO. Se encuentra ubicada en el Caribe Occidental en Colombia, y abarca la totalidad del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. La protección de la Reserva ha permitido la conservación de especies claves y ecosistemas estratégicos, tanto para Colombia y el Caribe como para el mundo.

Seaflower contiene ecosistemas representativos de las regiones tropicales insulares, en especial extensos arrecifes coralinos, praderas de pastos marinos, manglares, playas, mar abierto y bosques secos tropicales, los cuales albergan puntos de alto endemismo. La gente cree que es algo pequeño y no dimensiona su importancia. Su riqueza radica en el área submarina en donde están los recursos.

“Allí hacemos investigación y monitorio para ver cambios y amenazas. Ahora lo complejo es que Nicaragua tiene una parte y Colombia otra. No se puede hacer una división en el mar o instalar una cerca para que cada país se haga responsable de su parte. Esto puede aumentar problemáticas ambientales ya que Nicaragua con el gobierno de Ortega no tiene como prioridad el ambiente”, asegura la bióloga marina.

En las discusiones la reserva no aparece y es un área extensa con temas que se desconocen. Existe otro agravante que señala la investigadora y es el narcotráfico que afecta la parte ambiental y la parte social. Como parte de la estrategia de Colombia, se pidió una opinión consultiva a la Corte Interamericana sobre la relación entre derecho ambiental, derechos humanos, el hábitat y la comunidad raizal. La corte emitió una opinión constructiva: “Dijo que es responsabilidad de todos los países velar por el control ambiental, dentro del marco de la Convención de Cartagena y sostuvo que es un trabajo colectivo”, aseguró por su parte Arrieta.

Como se puede observar, son varias las aristas que se derivan del fallo y que deben priorizarse. El gran interrogante es qué pasará con el caso, como dice el doctor Pinzón, pasará el tiempo para que se solucione. Ningún presidente va a aplicar el fallo como tal. “Seguiremos con algunos ajustes, porque Colombia debe mostrar un mínimo de buena fe frente a la Corte y seguiremos con ese statu quo mientras se da una negociación con Nicaragua”, añadió Arrieta.

En este link puede ver la trasmisión completa. 

La hoja de ruta es hacer los ajustes al decreto de la Zona Contigua, revisar cuestiones sobre posiciones ambientales. En cuanto al próximo fallo, de la plataforma continental extendida, es más complejo, pero donde Colombia está mejor posicionada jurídicamente según el representante del país.

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