Orgullo tadeísta: Estudiantes de Arquitectura ganan premio nacional de Alacero
Una propuesta arquitectónica que la cambiaría la cara a la zona intermedia entre el área industrial y la residencial del sector de Salitre Occidental, a partir de la integración de simulación urbana en la que los ciudadanos pueden experimentar con condiciones de la vida real con el fin de crear soluciones, así como de programas 3D y visualización inmersiva con el uso de grandes pantallas y computadoras, es el proyecto que desarrollaron las estudiantes de décimo semestre del programa de Arquitectura de Utadeo, Julieth Angélica Salas, Daniela León Carillo y Mayuri Caviedes Sánchez, bajo el nombre de City Lab, el cual fue el ganador de la ronda nacional del 12º concurso Alacero de Diseño en Acero para Estudiantes de Arquitectura, organizado en Colombia por la Cámara Fedemetal de la ANDI.
De izquierda a derecha, Mayuri Caviedes, Julieth Salas, Pedro Javier jaramillo y Daniela León
El proyecto busca transformar arquitectónicamente un lote ocupado por bodegas de una empresa inmunizadora de maderas, entendiendo que la principal problemática que enfrenta la zona es la brecha de los espacios industriales y residenciales. De esta manera, el edificio planteado se convierte en un laboratorio de ideas en el que principalmente ciudadanos, en compañía de investigadores y funcionarios del Estado, repiensen el confort de los entornos urbanos: “El fin de este equipamiento es albergar actividades de investigación, desarrollo y aplicación de productos, bienes y servicios para el mejoramiento y sostenibilidad del ambiente urbano, con énfasis en el espacio público y la calidad de vida de quienes lo usan y disfrutan”, indica el profesor Pedro Javier Jaramillo, de la Escuela de Arquitectura y Hábitat de Utadeo, quien asesoró este proyecto durante el primer semestre del 2019, en la asignatura de Taller electivo de profundización.
De izquierda a derecha, Daniela León, Mayuri Caviedes y Julieth Salas
Las estudiantes, quienes hacen parte de la primera cohorte del programa Ser Pilo Paga, representarán a nuestro país en la final internacional de Alacero, en la que competirán con los ganadores de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. El evento se desarrollará del sábado 9 al martes 12 de noviembre en el marco del Congreso Latinoamericano del Acero en Buenos Aires (Argentina).
En el concurso nacional las estudiantes compitieron con 22 propuestas provenientes de seis universidades de todo el país, diez de ellas presentadas por tadeístas pertenecientes a los talleres de proyecto de arquitectura de octavo y noveno semestre, dirigidos por los profesores Ricardo Franco Medina, Francisco Javier Pinzón Riaño y Pedro Javier Jaramillo Cruz.
Render frontal del City Lab
La propuesta
Con un enfoque hacia la estructura en la que el acero fuera el material predominante, Julieth, Daniela y Mayury tenían el reto de generar usos poco comunes en una edificación de alto impacto, a partir de la transformación arquitectónica del espacio: “el río San Francisco, en Salitre Occidental, divide la ciudad y genera contrastes, dejando una zona alejada de lo urbano. Con este edificio se busca la articulación de la ciudad con la industria, a partir del concepto de una nueva industria dirigida hacia la tecnología, la innovación y la ciencia”, apuntan las estudiantes.
Por ejemplo, imagine que en este espacio pueden desarrollarse simulaciones de lluvia y aglomeraciones de personas en un lugar determinado de la ciudad, en condiciones de suelo con problemas de desagüe. Estas proyecciones, que se desarrollarían dentro o en inmediaciones del edificio, permitirían prever los escenarios urbanos posibles, y a partir de ellos, tomar decisiones e idear mejoras.
Render lateral del City Lab
De esta forma, en el laboratorio se espera la convergencia de la triple hélice (Estado, academia y ciudadanía) con el fin de hallar soluciones en torno a los espacios. Así, el edificio no solo es una solución para el sector, en cuanto a mejora de las condiciones de hábitat y seguridad de sus habitantes, sino es un aporte en sí mismo para la optimización de la calidad de vida en toda Bogotá. Una de las apuestas con este edificio es involucrar simuladores y prototipos para hacer maquetas colaborativas con las comunidades.
“Desarrollar el proyecto y participar en Alacero fue una experiencia enriquecedora, pues el acero te abre mucho la mente en cuestión de arquitectura. El reto técnico y ser riguroso en la entrega de productos con excelente calidad, así como el trabajo en equipo fortalecieron nuestras habilidades profesionales” , comenta Mayuri.
Render lateral del City Lab
Por su parte, Daniela sostiene que, aunque al inicio estuvieron indecisas sobre su participación y el proyecto a desarrollar, “fue satisfactorio ver lo que habíamos aprendido y saber que estos elementos nos servían para el trabajo de grado”.
Y aunque creyeron que era muy difícil ganar el concurso, pues se habían presentado muy buenos trabajos, al final, como lo relata Julieth, la fortaleza fue pensar, desde el taller, en la estructura a la par con el diseño del edificio.
Desde el 2012, y a través de sus dos participaciones, Utadeo ha sido protagonista en el concurso anual de Alacero. Hace siete años los tadeístas se quedaron con el segundo puesto nacional, y en esta ocasión, alcanzaron el primer lugar: “El valor de este triunfo está en que así se valida y se certifica, con datos y hechos, que somos un programa académico que está formando personas y profesionales de excelencia. Estamos agregando un valor a nuestros estudiantes como ciudadanos y profesionales”, afirma el profesor Jaramillo.
