Monitoreo sobre presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales podría ayudar a tomar decisiones que mitiguen el impacto del Covid-19
Aunque el riesgo por la presencia del SARS-CoV-2 en aguas potables, residuales y superficiales es realmente bajo, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han dado algunos casos en los que se han detectado fragmentos de ARN del virus causante del Covid-19 en algunos ríos, en pleno pico de la pandemia, en países como Italia y España. En el caso de las aguas residuales y los lodos no tratados, estipula el organismo, no se ha detectado a este virus con capacidad infectiva, pero sí se han evidenciado fragmentos de ARN, especialmente en heces y orina humana de los infectados y de los que incluso ya se han recuperado.
Ante ello, la OMS, en su informe de julio del año pasado, insta a todos los países alrededor del mundo a reforzar el tratamiento de sus aguas para el consumo humano, así como a una gestión segura en el saneamiento y desinfección de aguas residuales, al tiempo que se llevan a cabo buenas prácticas de higiene, una correcta gestión de los desechos y el habitual lavado de manos, por parte de los ciudadanos.
En entrevista con Utadeo, Susana González Blanco, responsable técnico de Gestión de Infraestructuras Criticas y resiliencia de Cetaqua (España), aliado técnico de la Maestría en Gestión Sostenible del Agua de Utadeo, sostiene que la presencia del material genético del virus en aguas residuales es un indicador epidemiológico en torno al grado de circulación del Covid-19 en una población, pero que también su seguimiento puede constituir unas alertas tempranas sobre la posible incidencia que tendría la enfermedad en un contexto, días antes de que aumente la ola de contagios y hospitalizaciones.
Esta iniciativa de investigación, precisamente, ha sido trabajada y validada en el proyecto de I+D+I Reveal, impulsado por el grupo Suez y coordinado por su centro tecnológico Cetaqua: “La ejecución de este proyecto ha permitido el desarrollo de un servicio para el seguimiento de la incidencia de SARS-CoV-2 en poblaciones por parte de los gobiernos y autoridades sanitarias de manera económica, predictiva y poco intrusiva; a este servicio le he llamado COVID City Sentinel. El servicio ha sido implantado de manera exitosa en más de 100 ciudades europeas; en Sur América lo tenemos en Santiago de Chile”, explica González, quien indica que la información recaudada sirve para que los gobiernos tomen decisiones sobre las medidas que deben aplicar para gestionar la pandemia y contener brotes del virus, constituyéndose en una práctica significativa de cómo el sector del agua puede aportar información para el establecimiento de políticas públicas que protejan a la población.
Fotografía: BBC
Asimismo, en concordancia con lo expuesto por la OMS, González indica que los estudios realizados por Suez han permitido determinar que es altamente improbable un contagio en las personas que operan las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTARs, en el caso colombiano), pues el virus llega a este lugar de forma inviable, dado que en las heces no está presente de manera activa.
De esta manera, nuestro aliado en España se ha constituido en un referente a nivel mundial en manejo de la bioseguridad para el proceso de tratamiento de aguas y en la gestión de la crisis sanitaria por la pandemia: “En Suez España, en condiciones antes de la pandemia, ya se trabajaba con protección por el riesgo biológico inherente en este tipo de instalaciones. No tenemos documentados casos de contagio por esta vía en las instalaciones que operamos; Suez ha desarrollado un protocolo de seguridad específico para las personas que trabajan allí, que ha demostrado ser un éxito”.
En todo caso, González hace un llamado a no bajar la guardia, pues es necesario establecer protocolos y políticas públicas que sean adecuadas para el tratamiento de las aguas residuales y garantizar la bioseguridad de los operarios, no solo en términos del SARS-CoV-2, sino ante otros posibles agentes patógenos que pueden estar presentes en estas aguas.
“Por ejemplo – estima González-, en Grupo Suez, del que forma parte la Escuela de Agua, colíder de la maestría, se ha considerado que los altos estándares de protección empleados actualmente para trabajar de manera segura con aguas residuales son adecuados e igualmente aplicables para la protección frente al SARS-CoV-2 y que no se requieren cambios especiales ni específicos, debido a la posible presencia de este en las aguas residuales”.
Fotografía: Gaceta Médica
Por eso, desde la Maestría en Gestión Sostenible del Agua de Utadeo se trabajará, de primera mano, en torno a la importancia de los sistemas de saneamiento, su impacto en la salud pública y las maneras en las que estas se llevan a cabo desde lo técnico.
“Una correcta gestión de las aguas residuales y de la red de alcantarillado en una ciudad es sinónimo de ciudad saludable. Un funcionamiento incorrecto de dicho sistema o la inexistencia de alcantarillado puede suponer un vector de contagio para otras enfermedades como la hepatitis, el cólera, la diarrea o el paludismo”, argumenta.
De la misma manera, los estudiantes de la maestría tendrán la posibilidad de adquirir conocimientos de punta en torno a la existencia de avances tecnológicos y de servicios relacionados con las aguas residuales, entre ellos el ya mencionado COVID City Sentinel.
