¿Qué hacemos cuando llegamos a una ciudad desconocida? Lo primero que se nos ocurre es caminar por ella para conocerla. Sin embargo, factores como la seguridad o el temor a que nos perdamos entre sus laberínticas calles generan que nos abstengamos de recorrerla a pie. Como parte de la primera jornada de Walk 21 Ciudades Caminables en Utadeo, Paul Young, director del Taller de Espacio Público en Toronto (Canadá); Ben Rossiter, de la iniciativa “Victoria Walks, en Melbourne (Australia), y María Clara Name, concejal de Bogotá, presentaron las estrategias que han implementado sus ciudades para convertir a las calles en verdaderos espacios amigables con el peatón, en el panel “Planificación para caminantes vulnerables”, moderado por Jason King, director del programa “Get Ireland Walking” en Dublín (Irlanda).
En primer lugar, Young presentó la estrategia de los mapas comunitarios en planteles educativos, desde los cuales se fomentaba el hábito de caminar para crear conciencia en torno a los beneficios que ello tiene para la salud, soportado en la indicación de lugares donde se podía adquirir comida saludable y se podían practicar deportes o actividades recreativas gratuitas.
Jason King, director del programa “Get Ireland Walking” (Irlanda) fue el moderador del panel.
El experto insistió en que es necesario que las grandes ciudades desarrollen un Plan de Ordenamiento Territorial que permita adecuar los edificios a las condiciones requeridas por los peatones. Al mismo tiempo, señaló que el proyecto de los mapas colaborativos ahora busca ser alimentado por tecnologías como la realidad aumentada, las cuales sirven como herramientas inclusivas para los peatones.
Por su parte, Rossiter habló de los consejos municipales que se han formado hasta la fecha en el Estado de Victoria, en Australia, con el fin de estimular el hábito de caminar en la población joven (15 – 20 años). El experto señaló que una encuesta aplicada a este grupo de personas arrojó que la mayoría de estos caminan no por considerarlo como un acto saludable, sino más bien como una actividad para relajarse, encontrarse con amigos, socializar, e incluso, ser independiente o sentirse libre: “la estrategia se concentra en dirigir los mensajes no por un acto saludable sino por la conexión que existe con la naturaleza”.
Empero, una situación particular ocurrió con las jóvenes encuestadas, pues estas indicaron no estar seguras cuando caminaban de noche, principalmente porque se sentían acechadas. Esta condición preocupa, según Rossiter, pues según cifras de la OCDE, Australia es el cuarto país de ese organismo con la brecha más alta en materia de seguridad entre los peatones hombre y mujer: “las mujeres se sienten más seguras en sus autos, razón por la que hacen un mayor esfuerzo por obtener una licencia”.
Para ello, enfatizó que es necesario que Melbourne cuente con un mejor sistema de transporte, al tiempo que se mejore la infraestructura de los andenes: “un diseño de ciudad con mejor transporte público coadyuva a mejorar la caminabilidad de los peatones”.
Name, por otro lado, habló sobre las razones por las cuales Bogotá es una ciudad caminable. Para la concejal, los andenes de la ciudad y los puentes se han adaptado para brindar mayor accesibilidad a los ciudadanos, principalmente a aquellos en condiciones de vulnerabilidad, como los niños y personas de la tercera edad. Así, relata, caminar es toda una experiencia, en la medida que la equidad equidad para los peatones no solo se da con la ampliación de los andenes, sino también brindando condiciones de seguridad, entre ellas una optima iluminación.
"Los lugares deben ser amables para las personas": María Clara Name
Name sostiene que la capital colombiana está trabajando en privilegiar el acceso de los peatones antes que generar mayor infraestructura vial, pues se espera que con el 5% de la disminución de los trayectos, Bogotá pueda disminuir su producción de Dióxido de Carbono en 3,5 giga toneladas anuales: “los lugares deben ser amables para las personas. Deben tener ciudades planeadas en las que se otorguen licencias pensadas en la caminabilidad”, apuntó.
Un ejemplo de ello es la apuesta de Bogotá 24 horas, que busca incentivar no solo la productividad, el comercio y el turismo, sino también el encuentro cultural y cívico con el territorio desde los ambientes caminables: “los habitantes de lugares caminables tienen mayores ingresos y acceso educativo”, sostuvo la concejal al recordar que una calle caminable es aquella que presenta arborización pero también posibilita el acceso a los centros turísticos.
Finalmente, recordó que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) vigente está desactualizado, razón por la que desde la administración distrital se está trabajando en una política pública clara que blinde los entornos para la caminabilidad, es por ello que se necesita una mayor interacción con los alcaldes locales, pues ellos son la puerta de entrada para crear responsabilidad en los ciudadanos de cara a construir localidades caminables.