En un encuentro que desafió las percepciones y conectó diversas realidades, Evelyn Tovar invitó a los espectadores a sumergirse en una reflexión profunda sobre la interdependencia de todas las cosas, recordándoles que nada existe de forma aislada en este vasto universo. La exposición no fue simplemente una exhibición, sino una oportunidad única para explorar, cuestionar y reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y el impacto de nuestras decisiones.
A través de sus preguntas, operaciones y existencias plasmadas en sus obras, Tovar ofreció puertas a un mundo donde lo nuevo no sigue una línea progresiva, sino que surge de la creación donde el pasado sirve como cimiento para lo nuevo. Su conexión con el humedal El Cortijo en Bogotá y la colección bibliográfica de la Biblioteca Museo Carlos Lleras Restrepo sirvieron como fuentes de inspiración para un viaje visual que desafió las percepciones de los espectadores.
Las declaraciones de la artista revelaron la inspiración detrás de la obra, "la intención de las obras es poner en diálogo la manera en que entendemos el territorio, en este caso, el humedal Juan Amarillo, desde una serie de documentos que encontré en la biblioteca de Casa Lleras."
La exposición destacó la conexión intrínseca entre nuestras acciones y el entorno natural, presentando grabados y dibujos que transformaron la flora y fauna en una realidad con el peso inminente de la desaparición. A través de cinco proyectos, Tovar evidenció nuestra ineludible conexión con la naturaleza, su protección, preservación, control y lamentable desaparición.
Evelyn Tovar, con disciplina y destreza técnica, abrió la puerta a la relación entre la mirada y la acción, recordando a los visitantes que somos solo una parte de un ecosistema explotado y dominado por otros actores, otras relaciones y otros tiempos. La artista enfatizó, "la exposición 'Superficies' fue una oportunidad única para explorar, cuestionar y reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y el impacto de nuestras decisiones."
En cuanto al impacto visual y emocional de la obra, Tovar esperaba que "la exposición generara una conexión con el espacio representado, pensando en el material como puente, como es el caso de 'agua', una máquina que buscaba recrear el sonido del agua desde una cantidad de semillas que se movían gracias a un dispositivo que las hacía rozarse entre sí mismas."
La elección del lugar para la instalación, el antiguo comedor de la casa, se basó en crear un espacio íntimo donde la instalación pudiera estar contenida, permitiendo que la luz y el sonido crearan un ambiente aislado, apoyado por el paisaje representado en el papel tapiz que habitaba permanentemente este espacio.
El proceso creativo de Evelyn Tovar buscó equilibrar la imagen y el material utilizado para representarla, explorando diferentes alternativas enriquecidas por la investigación y las necesidades del proyecto. La diversidad de perspectivas se reflejó en la pieza final, resultado de la exploración de materiales y recursos bibliográficos.
En la inauguración, varios asistentes expresaron reacciones emocionales, destacándose el comentario de una visitante que resaltaba la manera en la que se podía sentir la presencia de un espacio ausente y que reclama atención. La exposición "Superficies" fue, sin duda, una experiencia única que permitió sumergirse en la conexión entre arte, naturaleza y reflexión.