Conoce a Luz María Mejía, la científica tadeísta que le apuesta a enfrentar el cambio climático
Entre salones de clases y laboratorios, Luz María Mejía ha forjado una reputación en la comunidad científica, que está logrando trascender a escala global, gracias a su trabajo en el que, combinando la biología y la geología, busca comprender fenómenos climáticos que acontecieron miles y millones de años atrás, con el fin de entender el comportamiento del clima en ese entonces, para predecir mejor la crisis climática que amenaza la supervivencia humana y así hallar soluciones que ayuden a contrarrestarla.
Su pasión por los animales y el medio ambiente la llevó a interesarse por el mundo de la ciencia desde muy pequeña, optando por estudiar entre Biología Marina y Veterinaria, tomando la decisión final de estudiar la primera opción en Utadeo, según explica, porque desde la biología podría lograr un impacto mayor con su trabajo, asegurando que mientras el veterinario puede ayudar a animales individuales, un biólogo puede ayudar a ecosistemas completos.
“Aunque lo que yo hago ahora pareciera un poco más desconectado de la biología, descubrí que si llegara a funcionar podría tener un alcance mucho más grande que el trabajo de una persona que trabaja con un grupo específico de especies o su ecosistema, porque haciéndolo podría ayudar a todos los que trabajan con todas las especies y los ambientes que son afectados por el cambio climático a la vez”, asegura Mejía.
Disciplina académica y pasión por la ciencia, la clave del éxito de Luz María
Una vez terminado su pregrado de Biología Marina en Utadeo en 2008, partió rumbo a España a continuar sus estudios de posgrado, esto, gracias a que fue merecedora de la beca de la Fundación Carolina para estudiar una Maestría en Biodiversidad Marina y Conservación, en la Universidad de Oviedo en España, un programa de intercambio que le permitió conocer gente de todas las partes del planeta, construyendo conocimientos y conociendo nuevos campos que la ayudaron a enriquecer su actividad investigativa.
Estando en España, mientras cursaba su maestría, empezó a conocer nuevas materias asociadas a su actual campo de estudio y personas, quienes, en un futuro cercano, influenciarían el trabajo de Mejía, y más adelante, tras ver el potencial de la tadeísta, la invitarían a formar parte de sus investigaciones, al punto de ser la única con conocimientos multidisciplinares en su equipo, otorgándole un plus sobre sus colegas, el cual le marcaría una ruta hacía el trabajo que hoy realiza.
Fue ahí cuando conoció a quien sería, en un futuro, su jefa de doctorado, Heather Stoll, quien le dictó algunas materias nuevas para ella como Paleo-oceanografía y Paleoclima. “Hice la tesis de maestría con ella y ella tenía un proyecto europeo; me hizo una propuesta para hacer el doctorado, en la misma Universidad, al que no supe responder en el momento, pues yo pensaba: soy bióloga, no geóloga”, Sin embargo, la terminó aceptando, lo que le implicó cambiarse de la facultad de Biología a la de Geología.
“Cuando yo estaba terminando mi Maestría de Biodiversidad Marina y mi exjefa me mostró todo el mundo de Paleoclima aplicado al cambio climático, fue como darme cuenta que las perspectivas del mundo están muy mal; pero si te atreves a estudiar nuevas cosas, a lo mejor puedes hacer algo para que el mundo salga adelante, para ayudar a afrontar ese monstruo que es el cambio climático”.
Luz María Mejia, realizó su Master y Doctorado en Oviedo, España, un postdoctorado en Suiza y actualmente cursa un postdococtorado en Alemania (Bremen).
Biogeología, un campo de la ciencia poco aplicado en Colombia pero prometedor
El trabajo de Luz María se centra en la reconstrucción del clima en el pasado para predecir mejor los cambios climáticos que se nos vienen y encontrar herramientas de mitigación, investigaciones que son relativamente poco aplicadas en Colombia, según explicó, porque el trabajo de un geólogo es más demandado para trabajar en torno a la industria petrolera y la explotación minera. Sin embargo, nos cuenta que durante su estadía en Suiza, haciendo el posdoctorado con su propio proyecto Europeo Marie Curie, encontró geólogos más enfocados en las ciencias ambientales: “había más contacto entre biología y geología”.
Entre risas, explica que su trabajo prácticamente es “coger polvo blanco (fitoplancton fósil), diatomeas o cocolitofóridos (partículas que sólo se pueden ver con microscopio) y viajar por el mundo”, para luego hacer todo el trabajo en el laboratorio y comprender todo lo asociado al clima de hace siglos, miles y millones de años: “Básicamente los disolvemos para analizar su química”.
Para Mejía, “el tema del clima es tan enorme que si no se le presta atención, el impacto se va a sentir en todos los sectores de la vida”; agrega que por eso se convenció de estudiar este tema. “El trabajo de comprender el cambio climático es muy difícil, pues no sólo influye el trabajo científico, ya que alrededor de todo esto juegan otros papeles políticos y económicos importantes, que hacen difícil llegar a soluciones”.
Su futuro en la academia
Luz María expresa que, en su futuro, se visualiza dictando clase en cualquier Universidad, ya sea en el extranjero o en el país, “quizás en la Tadeo”, ya sea en facultades de Geología o de Biología, haciendo investigación. También añadió que cree que los científicos deben enfocar su trabajo en divulgación al público, para llegarle a la gente, y generar conciencia entre las personas. También considera que es de suma importancia que en nuestro país se empiece a mostrar más interés, pues es un tema de bastante coyuntura que falta y debe implementarse en varias universidades y programas académicos.
Y, aunque dice que la mayoría de las personas que trabajan con el clima sienten impotencia pues su trabajo a veces no es muy aprovechado y las metas se ven frustradas, se ve firmemente convencida que la transmisión y la apertura de nuevas áreas del conocimiento de manera multidisciplinar, pues son esenciales para afrontar los retos que nos impone actualmente el planeta.
