Señala que líderes populistas, como Chávez y Petro, utilizan el término "pueblo" en lugar de "ciudadano", sugiriendo una relación más pasiva y seguidora. Se menciona el cierre de órganos legislativos representativos en favor del poder en la calle, una táctica empleada para presionar a los órganos de gobierno. Se compara esto con el llamado de Petro a la calle para aprobar reformas, y se destaca que las movilizaciones populares son un derecho legítimo, pero su poder no debe reemplazar las elecciones.
En su texto también menciona el caso de la crisis venezolana y argumenta que las sanciones de EE. UU. no son la única causa, ya que las políticas gubernamentales también influyeron en la situación. Se citan cifras económicas para respaldar esta afirmación.
En resumen, el discute las ideas de Chávez sobre el poder popular, democracia y capitalismo, las cuales comparten similitudes con las posturas del presidente Petro. Se analiza el uso del poder en la calle como herramienta política y se cuestiona su legitimidad en comparación con las elecciones. También se menciona el contexto económico de Venezuela como ejemplo de las consecuencias de políticas gubernamentales y sanciones internacionales.
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