"El cohete Artemis, el mayor que se ha construido, lleva una cápsula, Orión, que describirá trayectorias elípticas muy alargadas alrededor de la Luna por cerca de 35 días. Artemis utiliza hidrógeno líquido como combustible. Se estima que la velocidad de salida del combustible es de 4,7 km/s, un significativo avance que permite mejorar la relación de carga útil/peso del combustible. Han transcurrido ya 53 años desde el 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong dejó su huella en la Luna" menciona José Fernando Isaza, consejero de Utadeo, en su columna de opinión publicada en El Espectador.
Sobre la importancia a futuro de esta nueva misión en el espacio señala que "Uno de los objetivos es analizar los efectos de la radiación solar prolongada sobre el organismo humano...En los vuelos espaciales cercanos a la Tierra, como los de la estación interplanetaria, que orbita entre 300 y 400 km de la superficie, los cinturones de Van Allen situados en la magnetosfera terrestre protegen de la radiación y del viento solar, el campo magnético crea una superficie que atenúa la radiación...El programa espacial Artemis busca llevar en 2024 astronautas a la Luna para una estadía prolongada e ir preparando una base lunar que permita el envío de naves tripuladas a Marte desde allí".