Hemos visto en las entregas anteriores la importancia del consumo diario de proteínas; hoy vamos a profundizar un poco más en el huevo.
Los alimentos se clasifican por grupos: constructores, reguladores y energéticos, según el nutriente que contienen en mayor cantidad; el huevo pertenece al grupo de los alimentos constructores o formadores por su alto aporte en proteína, pero podemos decir que es uno de los alimentos más completos que existe por la gran cantidad de nutrientes que contiene: proteína en la yema y en la clara, antioxidantes naturales (sustancias que protegen a la células de oxidación), ácidos grasos (tanto saturados como insaturados), vitaminas (como riboflavina, vitaminas A y D, entre muchas otras), minerales (fósforo, selenio, zinc y sodio, entre otros), agua.
El consumo de huevo es muy popular por sus propiedades nutricionales en los niños, deportistas y familia en general por costo y facilidad de preparación.
Ahora aclaremos algunas dudas sobre su manipulación:
- Los huevos los encontramos para la venta sin refrigerar (no se refrigeran para evitar cambios de temperatura en transporte-venta) y al llegar a casa debemos refrigerarlos para evitar contaminación.
- Son muy sensibles a los cambios de temperatura, lo que puede facilitar la entrada de microorganismos porque la cáscara es porosa.
- Los ingenieros de alimentos sugieren no guardar los huevos en la puerta de la nevera porque es el lugar con más variabilidad de temperatura; deberían guardarse en la parte media o superior de la nevera.
- Se deben sacar de la nevera solo los que vamos a preparar.
- Los huevos no deben lavarse o limpiarse antes o después de su clasificación para la venta.
- En casa tampoco se deben lavar porque se elimina la cutícula (cubierta invisible que cubre los poros), la que evita la entrada de microorganismos, retrasa la pérdida de humedad y el envejecimiento del huevo.
- Si los quieres lavar, únicamente debe ser antes de cocinarlos.
En las preparaciones con huevo hay muchos modos de disfrutar de este alimento, desde el desayuno o en cualquier momento del día en ensalada, sánduche, omelet, tortilla, pudin, tortas, candil y ponche, entre otros.
En cuanto al mito de huevo y colesterol, ya está demostrado que no supone un riesgo para enfermedades cardiovasculares y, si sufres de colesterol alto, modera su consumo a 3 o 4 por semana.
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Jacquelin Villalobos F.
Nutricionista Dietista
Bienestar-Deportes