Por: Miguel Rodríguez
Marta Lucía Ramírez y María Juliana Ruiz son las mujeres más cercanas a Duque. Una por ser su mano derecha en la presidencia, la otra por —tristemente— ser su esposa. Estas dos mujeres son unas representantes de la mujer colombiana, por eso en esta columna se les hará un homenaje recordando sus mejores momentos en este periodo presidencial.
Marta Lucía Ramírez, una heroína de la patria. Los mayores logros que obtienen las mujeres colombianas se los debemos a ella; el Premio Medioambiental Goldman de Francia Márquez, es gracias a Martuchis; la llegada a Marte de la NASA liderada por Diana Trujillo, sin la ayuda de Marta Lucía no se hubiese logrado; y recordemos las palabras del gran Faryd Mondragón: “Esa medalla que ganaron las niñas es suya en gran parte, porque usted ha sido la madrina de esas niñas, y sin usted, esas niñas no estarían no estarían representándonos bien”, gracias Faryd, palabras salidas del corazón.
Como la primera vicepresidente de la historia, ha sabido representar a las mujeres de la mejor manera, tomando posturas muy serias respecto al aborto y los feminicidios; se le ha visto firmemente dándoles la espalda; ni hablar de los niños, y más cuando de bombardearlos se trata. En sus discursos, miles de mujeres suelen identificarse e inspirarse, ayuda a seguir los sueños de todas las mujeres, excepto de las psicólogas, de esas ya hay muchas.
Fuera de los chistes de este texto, si hay algo que me gustaría resaltar del empoderamiento femenino que ha tenido Marta Lucía y quiere replicar en los millones de mujeres colombianas. Los tiempos cambian, por eso la mujer ya no es una atenida del hombre, el machismo se debe acabar, las mujeres deben buscar sus propios caminos dejando de ser atenidas de los hombres y el gobierno.
Una mujer entregada a su familia, a pesar de las tragedias y los fantasmas que la siguen, ha estado allí cuando la necesitan, y se apersona de los problemas. Ha sufrido de caídas, literales caídas, pero se ha sabido levantar, ha intentado ser tres veces la presidenta de Colombia, pero en ninguna de las tres ha tenido éxito, en la última pegó en el palo y logró hacerse en la vicepresidencia. Se rumorea en los pasillos del la Casa de Nariño que la cuarta será su vencida, se está esperando su renuncia, que cada vez se hace más larga. ¿Por qué no se habrá ido aun? ¿Será que Alvarito le dijo que ni lo intentara porque necesita un camino libre para el joven y prometedor Tomas?
Intentaré no darle tan duro a María Juliana Ruiz, ojalá algún día tenga la oportunidad de entrevistarla y poder preguntarle “¿Por qué Duque?”, aunque no la culpo, el amor nos vuelve ciegos.
También se rumorea en la Casa de Nariño que la primera dama planea escribir su autobiografía, un libro que los colombianos mueren por leer, todos quieren saber cómo es ser la esposa de un meme andante. El primer capítulo será sobre sus intimidades con Duque en la cama, resaltando la vez que Iván intentó seducirla con un disfraz que había comprado, un traje de policía que le sirvió después para felicitar a los policías por sus asesinatos.
María Juliana es una mujer estudiada —más allá de su gran error de casarse con Duque—, se ve que ha tenido una gran influencia en él, es ella quien manda, por eso no permitió que sus hijos y amigos viajaran en un avión cualquiera hacia Panaca.
A estas dos mujeres, les deseo mis mejores éxitos mientras sigan en el poder, a Marta Lucía espero que Dios la guarde, y se le olvide donde; mientras que, a María Juliana, espero que su influencia con Duque la ayude a alejarlo del poder, y no cometa el error de quedarse 2 años más, ya fue suficiente. No merecemos a Duque, quien es un gran muchacho.