Angélica Bernal Olarte es profesora titular del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo y es la actual representante de los profesores ante el Consejo Directivo de la Universidad, elegida por un período de un (1) año (2020-2021. Conversamos con ella sobre su experiencia con las clases virtuales, el momento que viven los docentes de la Universidad en medio de esta cuarentena, y una iniciativa solidaria con estudiantes, que surgió del cuerpo profesoral.
En entrevista para nuestros medios institucionales Bernal destacó el trabajo y la entrega de los profesores de Utadeo en esta etapa, en la que a consecuencia de la pandemia por el Covid-19, las universidades tuvieron que pasar de clases presenciales a una oferta virtual, al respecto aseguró: “Hemos puesto mucha voluntad y compromiso para que las cosas salgan bien y que la Tadeo pueda responder lo mejor posible a sus estudiantes, que finalmente son el alma y el corazón de nuestra universidad”.
¿Cómo ha sido la experiencia de la virtualidad para los profesores de Utadeo?
En primer lugar debo decir que no ha sido una experiencia homogénea. Puede que haya algunos aspectos que parezcan un poco, sin embargo el cuerpo docente es bastante heterogéneo; seguramente hay profesores que habían avanzado mucho en la utilización de la tecnología en sus clases, son profesores que a pesar de la dificultad del momento, de la presión en la que estamos, les resultó mucho menos complicado dar ese paso de las clases presenciales a la virtualidad; hay otros que estamos como a mitad de camino, veníamos intentando incorporar nuevas tecnologías a nuestras clases y ha sido difícil, pero creo que la experiencia más compleja ha sido la de aquellos profesores cuyas temáticas y disciplinas dependen en gran medida de la presencialidad, y también hay que reconocer que algunas asignaturas o temas definitivamente no se pueden hacer a través de lo virtual. Por eso pienso que estamos en momentos y lugares distintos, y no es fácil hablar del cuerpo profesoral como un todo. A todos nosotros esta situación nos ha planteado un reto enorme, una carrera contra el reloj, estar en un mismo punto para reaccionar y ofrecer a los estudiantes la mejor educación posible.
En esta etapa hemos aprendido de flexibilidad y ahí vienen las cosas que si tenemos en común: como cuerpo profesoral siento que tenemos un alto compromiso con la Universidad y con los estudiantes. Creo que los Profesores de la Tadeo queremos ofrecer en medio de esta situación tan compleja, una tranquilidad a nuestros estudiantes porque estamos haciendo el mejor esfuerzo para que sigan recibiendo educación de calidad. Eso obviamente es un proceso, no es algo instantáneo, nos ha tocado en muy poco tiempo adquirir conocimientos sobre una serie de herramientas, así como adaptar nuestros contenidos y syllabus, a las nuevas plataformas e intentar mantener una comunicación fluida y permanente con ellos, lo cual tampoco ha sido muy fácil. Hemos puesto mucha voluntad y compromiso para que las cosas salgan bien y que la Tadeo pueda responder lo mejor posible a sus estudiantes, que finalmente son el alma y el corazón de nuestra universidad.
¿Cómo ha sido ese respaldo de Utadeo a los profesores, en esta etapa que estamos viviendo?
La Universidad ha hecho un gran esfuerzo porque tengamos un acercamiento mucho mayor a nuestra plataforma virtual de aprendizaje AVATA. Si bien, no es ajena para ninguno de nosotros porque es una herramienta que siempre hemos tenido que usar, no la habíamos usado con este grado de intensidad. La Tadeo nos ha mostrado las potencialidades que tiene, así como herramientas para el uso de estas plataformas y de otras tecnologías que sirven para nuestro trabajo en la labor docente. Aunque esta apropiación depende mucho de cada profesor, creo que la Universidad ha estado ahí para ofrecer guías y orientación a los profesores con respecto a cómo pasar de la presencialidad a la que estábamos acostumbrados, al uso de herramientas virtuales, lo que nos ha permitido seguir adelante con los procesos de enseñanza y aprendizaje, que finalmente son nuestra razón de ser.
Además los docentes hemos participado en cursos previstos en AVATA, en charlas impartidas por otros colegas que manejan muy bien algunas herramientas, pues lo venían haciendo antes de toda esta situación y esos diálogos entre pares, esa posibilidad de hablar con otros profesores para conocer sus experiencias y recibir sus orientaciones, ha sido realmente muy enriquecedor.
Finalmente, el equipo de AVATA, encabezado por Marvin Viloria, a pesar de todas las dificultades, siempre están ahí para responder a las inquietudes de los profesores y muy dispuestos a ayudarnos en nuestra labor docente.
¿Cómo ha vivido esta experiencia de la cuarentena?
Tengo que reconocer que uno tiene ciertas ventajas. El hecho de desempeñar un trabajo, que en efecto se puede hacer desde la casa, que cuento con mi computador, mi conexión a internet, y que tengo los canales de comunicación a mi disposición, me ha permitido asumir este reto sin tantos inconvenientes.
Sin embargo, no puedo dejar de lado mi parte humana, tengo una familia, personas por las que preocuparme. Se vive con la tensión de intentar dar respuesta al volumen de trabajo, que creo aumentó, ya sea porque hay que atender muchísimas más reuniones que de costumbre, o porque uno hace además el montaje de las clases virtuales, lo cual implica un trabajo extra.
En este momento tengo 3 asignaturas, así que intentar tener al día las calificaciones, el seguimiento individual, preparar clases, estar en la clase sincrónica, pero también estar atenta a las actividades que son asincrónicas, realmente es un trabajo intenso y a veces uno siente que se queda sin energía. En ese momento siento que hay que respirar, tomar aire y seguir, porque hay que enfrentar el reto, sacarlo adelante y hacer lo mejor posible.
Eso sin negar la ansiedad que genera esta situación. A veces uno se siente un poco sin herramientas o que le hace falta más poder para hacer muchas más cosas.
Evidentemente, uno es un ser humano más, y lo que intenta es llevar a buen término estos retos que nos está planteando el paso de la educación presencial al uso de herramientas virtuales, sin afirmar que es un paso definitivo.
Creo que en el mediano y largo plazo habrá que mejorar los componentes tecnológicos en clase, pero eso no quiere decir que podamos reemplazar en un 100% la presencialidad, porque la educación es una experiencia social, que requiere diálogo, que los estudiantes compartan con sus pares, se encuentren con sus profesores, que podamos intercambiar, que haya todo este lenguaje verbal, que se pierde en las comunicaciones, y solamente se recuperará cuando regresemos a las aulas, que es lo que anhelamos todos.
¿Cuál es el foco de tu trabajo en la representación de los profesores al Consejo Directivo?
La representación para mí es un proceso en construcción que desde el inicio fue bastante difícil porque fui candidata única, es decir, solamente competí con el voto en blanco. Afortunadamente recibí un respaldo importante de los profesores y las profesoras de la Universidad, pero creo que eso es indicativo del camino que tiene que tomar la representación, y es volver a conectar al cuerpo docente con la parte administrativa. Creo que ahí hay desconexiones que se traen de años atrás, en términos de que los profesores durante mucho tiempo hemos sido objeto de decisiones administrativas, pero poco sujetos participantes. Por ello, mi representación quiere estar enfocada a reposicionar la voz de los profesores como una voz necesaria en la toma de decisiones de la Universidad.
En la campaña mencioné de que la Universidad tiene 3 pilares: lo administrativo, lo docente y lo estudiantil. Aclaro que no son independientes, ni uno está sobre el otro, sino que debemos establecer relaciones de comunicación horizontal, tal y como debe funcionar una comunidad académica que quiere sacar la Universidad adelante. Necesitamos fortalecer esas líneas de comunicación entre directivas administrativas y docentes, para que la toma de decisiones sobre la labor profesoral no solamente atienda criterios de gestión o financieros, sino también criterios que tengan que ver con la calidad académica, pues es nuestra tarea y nuestro aporte a la Universidad. Y ahí tengo una tarea y una responsabilidad enorme de fortalecer esa comunicación y de que los profesores sientan que su voz es tomada en cuenta.
Finalmente, cuéntenos de la iniciativa solidaria para apoyar estudiantes de Utadeo en esta cuarentena obligatoria por el Covid-19
Magnolia Longo, Profesora del Departamento de Ciencias Biológicas me propuso que desde la representación planteara a los profesores la idea de hacer una contribución solidaria para la comunidad estudiantil. Recogí esa iniciativa por su pertinencia. Lo primero que hice fue enviar una pequeña encuesta preguntándoles a los profesores si estaban de acuerdo con hacer una campaña en ese sentido, y aunque no participaron de manera mayoritaria, si puedo decir que hubo una participación cercana al 70%, con un acuerdo acerca de colaborar y contribuir con un aporte solidario voluntario. Surgieron además muchísimas ideas. Algunos profesores querían apoyar a los estudiantes en temas de manutención, de sus equipos, de su conexión a internet, y también muchos otros, hablaban de apoyar a los profesores de cátedra, que estaban pasando una situación de incertidumbre a raíz de la cuarentena.
Fue muy esperanzadora la respuesta que dieron los profesores a esa propuesta, y después de ese visto bueno por parte de mis colegas, la llevé a las directivas, en cabeza del rector Carlos Sánchez, donde la acogieron inmediatamente. Ya luego, se acordó que la Vicerrectoría Administrativa se encargaría del procedimiento para que cada profesor, de manera voluntaria estableciera el monto y la destinación de su aporte solidario. En abril nos llegó un formato que cada profesor diligenció. Espero, basada en los resultados de la encuesta inicial, que tendremos una respuesta positiva por parte de los profesores de la Universidad y que con esos aportes lograremos ayudar a estudiantes tadeístas que lo necesiten.
Entiendo que esta idea se extendió a los administrativos, lo que nos demuestra que en la Universidad hay una mirada como comunidad académica, en la que estamos pensando en las necesidades de los otros. Realmente queremos salir de la mejor manera de esta etapa: juntos, a partir de la solidaridad y de la idea de construir cosas que nos permitan sentirnos más cerca y parte de algo mayor, que es la Universidad.