"La economía colombiana lanza un S.O.S", ¿quién podrá salvarla?
Son varios los analistas y expertos económicos que aseguran que el coronavirus dejará una profunda crisis económica, una de las más grandes de la historia. En su columna de opinión en Pulzo, el director del Departamento de Comunicación Social y Cinematografía de Utadeo Andrés Barrios asegura que, antes del confinamiento por el COVID-19, Colombia ya tenía síntomas preocupantes de desaceleración económica, desempleo y disminución de la inversión extranjera.
La pendamia, por supuesto, explica el columnista, recrudece las alarmas, especialmente en el sector empresarial y la fuerza laboral, lo cual, en últimas, podría traducirse en un problema de rentabilidad a corto, mediano y largo plazo que entrañaría un riesgo político, y que, por supuesto, requerirá de una serie de sacrificios en el aparato productivo nacional.
“La crisis, que ahora se vislumbra, exige la reinvención de la industria para responder a las necesidades primarias del colectivo social. Fortalecimiento de vínculos y relaciones comerciales, nacionales e internacionales, para la producción e intercambio de bienes y servicios; fijar las bases de lo que será el comportamiento colombiano durante la desaceleración económica de la crisis y el transito a recuperar la cotidianidad. Contracción que se afronta de manera adecuada en busca de una pronta expansión, los mercados y tratados de libre comercio conquistados deben servir en este momento para captar la inversión de capital que permita reaccionar y reactivar el sistema empresarial y los focos poblacionales”, añade Barrios.
Destaca que los sectores que se deben priorizar para su recuperación a corto plazo son el agrícola, el textil, el de la construcción, pero también los entornos floricultor y el de los recursos naturales, al tiempo que se aprovecha, de manera sostenible, la biodiversidad de nuestra geografía.
“Este es el momento en que Colombia debe volcar su mirada nuevamente en el campo, ese mismo que ha sido impactado con infinidad de reformas agrarias, inversión desigual, si se mira por regiones, y que ha afrontado los problemas guerrilleros y de narcotráfico que tanto han marcado al conglomerado social colombiano”.