Los fondos de pensiones apropian las ganancias en privado y socializan sus perdidas
Uno de los decretos extraordinarios que más han generado debate durante este periodo de aislamiento social es el que tiene que ver con el congelamiento del aporte a la pensión durante los meses de abril y mayo (Decreto 558), de tal forma que ni empleados ni empleadores tendrán ese descuento. Sin embargo, para el profesor emérito de Utadeo Salomón Kalmanovitz, en su columna de opinión en El Espectador, señala que estas medidas favorecen determinados intereses económicos, entre ellos el de los fondos privados de pensiones, sin pasar por la supervisión de los otros poderes del Estado.
“Este es el regalo, aunque, eso sí, los fondos siguen cobrando los costos de administración (artículo 3, parágrafo primero, al final). Sin embargo, el regalo viene envenenado: el mismo decreto da vía libre al llamado ‘mecanismo especial de pago para las pensiones reconocidas bajo la modalidad de retiro programado’; es decir, el paso de al menos el 20 % de las pensiones de retiro programado que tienen los fondos privados a Colpensiones”, argumenta Kalmanovitz.
El experto señala que el decreto busca, a partir de asumir las pensiones de 20.000 afiliados, se disminuya el riesgo de que los recursos sean insuficientes para cumplir con el pago de las mesadas pensionales. En todo caso, dice el tadeísta, aunque existe una preocupación del Gobierno por proteger la pensión mínima a los afiliados, la preocupación es más amplia en cuanto a garantizar la rentabilidad de los fondos privados.
“Hablan de un mecanismo especial de pago para que nadie entienda, pero es pasarle la responsabilidad por las pensiones afectadas al Estado cuando registren pérdidas. En la versión final del decreto, artículo 9, hablan de que el faltante de lo traspasado a Colpensiones lo cubrirían los fondos privados, para curarse en salud con una fórmula de cálculo que deja dudas”, agrega.
Ante ello, Kalmanovitz cuestiona el proceder de los fondos privados de pensiones, al no tener estos reservas para enfrentar los problemas de rentabilidad, aún cuando se cobra un seguro para cubrir estos detrimentos: “¿por qué no afectan primero sus ganancias, incluso el patrimonio de sus propietarios, antes de pasarle la carga a Colpensiones? En el pasado los fondos registraron utilidades extraordinarias, pero no las compartieron con Colpensiones”.