"Para una democracia sana es necesario tener partidos políticos": Angélica Bernal
Una de las razones por la que estos movimientos políticos deben existir es porque "en la medida en que la individualización de la política avanza, la democracia disminuye", así lo considera la profesora Bernal, quien agrega que el hecho de que tengamos los partidos que tenemos, no desvirtúa la necesidad de tener partidos para tener democracia.
"Esas figuras que se presentan de manera individual como salvadores son terribles para la ciudadanía porque no le rinden cuentas a nadie, actúan como una rueda suelta, este tipo de individuos no tienen responsabilidad política frente a nadie", aseguró la profesora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Utadeo, durante la conferencia 'Análisis de las estrategias de comunicación política y redes sociales de las últimas elecciones en Colombia'.
Es claro que los partidos que tenemos son el resultado de nuestra historia y de nuestra construcción de identidad nacional y, en ese sentido, para la docente son preocupantes las lecturas que ensalzan los compromisos individuales.
"Lo vemos en redes sociales donde la gente se siente ciudadano porque da "Me gusta" o insultan a un candidato. Eso es preocupante porque se desvirtúan los partidos políticos y para una democracia sana es necesario tener partidos políticos que congreguen intereses, que construyan ideas del futuro colectivo, y no la sumatoria de intereses individuales", consideró la investigadora en la conferencia que dio apertura a la nueva Maestría en Comunicación Política.
De izquierda a derecha, Lorena Vásquez, Angélica Bernal, Raúl Alberto Acosta y Sandra Pinzón.
La disminución de la militancia en los partidos políticos y el aumento en la abstención del electorado, entre otros, son resultado de la "desafección en la democracia", un descontento en los ciudadanos con los rendimientos de la democracia. Así lo explica Lorena Vásquez, docente e investigadora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.
"En Colombia hemos tenido una progresiva desinstitucionalización del sistema de partidos, no hay unidad ideológica y tampoco hay unidad programática. Eso me lleva a la figura de Antanas Mockus que surgió, en 1994, como resultado de la crisis de las ciudadanías con los partidos en Bogotá luego del escándalo de corrupción del exalcalde Juan Martín Caicedo en la capital", citó la docente como un claro ejemplo de una crisis que la ciudadanía afrontó y en la que los partidos tradicionales no dieron respuesta a las demandas.
Así como Mockus fue la primera figura antipolítica que estaba en contra de los partidos tradicionales, sucedió lo mismo con Enrique Peñalosa en 1997, cuando se lanzó para la Alcaldía. "Él pertenecía al Partido Liberal y se dio cuenta que si seguía presentándose por este partido, no iba a ganar, así que se presentó como un movimiento. En Bogotá y en otras ciudades hemos observado que los candidatos buscan distanciarse de los partidos políticos tradicionales porque estos representan la politiquería, una visión corrupta de la política. Sin embargo, aunque de cara a la campaña se presentan como independientes, al final no son tan independientes", comentó la docente Vásquez.
La campaña "Yes, we can" catapultó a Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos.
Para Raúl Alberto Acosta, docente e investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, en Colombia los partidos políticos solo sirven para dar avales, de hecho, "los políticos han cambiado la manera de utilizar los partidos que sirven para recaudar los fondos del Estado, entonces también estos candidatos, a través de los movimientos, reciben dinero para pagar las deudas durante la campaña".
Sobre las intenciones de algunos candidatos por llegar al cargo, el docente insiste que "al final existe una disputa por los recursos que logran recaudar a partir de los impuestos y por la contratación. De ahí vienen las alianzas y los aportes de particulares en las campañas, eso le da una mezcla muy fuerte a la política bastante negativa, porque llegan a pagar favores a través de contratos o de cargos".
En cuanto a las estrategias que usan estos candidatos para llegar al electorado, el docente aclara que las redes sociales no son la única forma de captar votos, ya que vimos, por ejemplo, a algunos candidatos que salían a las calles y compartían con los electores, repartían volantes. Su intención era mostrarse cercanos al ciudadano.
Y mientras algunos intentaban mostrarse cercanos, el electorado usaba como fuente de información las redes sociales. Señala que "hoy el ciudadano no se entera de los temas solo por los medios de comunicación, ya que estos perdieron el monopolio de la información debido al protagonismo de las redes sociales. De ahí la importancia del comunicador para poder determinar qué es verdad y qué no. Los espectadores sienten que los medios de comunicación no presentan la realidad tal cual es, sino una versión muy alejada de la realidad".
Camilo Camacho y Valeria Báez, del programa de Comunicación Social-Periodismo, explican la investigación.
Redes sociales que catapultan al poder
Por ejemplo, mientras Claudia López se tomaba fotos con la ciudadanía en sus recorridos y las subía a redes, Galán utilizaba videos y Hollman Morris fotos para reforzar sus propuestas en el electorado. Mientras Claudia López respondía a los comentarios buenos y malos, buscando tener algún tipo de interacción, la campaña de Miguel Uribe evitaba responder en redes sociales.
Sin duda alguna, las redes han sido un instrumento muy fuerte para las campañas políticas, ya sea para transmitir contenidos que les abren el espectro a los ciudadanos como para desinformar. Cabe recordar que esta herramienta resultó útil para Barack Obama en 2008, cuando, a través de su blog y la red social Mybo, difundió sus propuestas, captó fondos, coordinó y movilizó, convocó a eventos e hizo retroalimentación a los usuarios. Esta misma dinámica quiso replicar Antanas Mockus en su campaña a la Presidencia en 2010. Sin embargo, como señalan los estudiantes, no funcionó porque abandonó la calle y sobre estimó Internet.
El propósito de este semillero es realizar una indagación en torno a las prácticas actuales de participación y decisión política, enmarcadas en los intercambios virtuales, con el fin de identificar y caracterizar una categoría como la de democracia digital, y su posible analogía con las conductas de los sujetos con los videos colgados en Youtube, en los cuales se puede dar like, y con ello sentir que se está participando, que su opinión cuenta y que hay un nivel de identificación con lo que se presenta. En concreto se analiza el tema de las firmas como herramienta democrática de apoyo a un candidato o partido, pero que no equivale a un mecanismo real de compromiso en las urnas.